La obra de Georg Baselitz se revela hoy como una herramienta crucial para reconciliar al arte alemán con la identidad nacional, tras el desastre de la II Guerra Mundia. Al mismo tiempo, su trabajo en distintas disciplinas demuestra que siempre hay vida fuera de los movimientos artísticos “oficiales".
Arte que nace de la incertidumbre
Foto: Georg Baselitz en la Fondation Beyeler, 2018. Foto: Matthias Willi.
“Siempre empiezo con una idea. Pero a medida que trabajo, la pintura se hace con el poder. Entonces empieza la lucha entre la idea preconcebida… Y la pintura, que lucha por su vida”. . Lucha. Conflicto. Polémica. Monumentalidad. La figura y la obra de Georg Baselitz (Alemania, 1938) parecen marcadas por un constante enfrentamiento de fuerzas. Y en ocasiones, por el deseo o la necesidad de impactar. Baselitz nace en una época terrible y convulsa, en un país lanzado de cabeza hacia una guerra de proporciones devastadoras. Durante las primeras décadas del siglo XX, Alemania había vivido una década de esplendor artístico y cultural que pone a la nación a la cabeza de las vanguardias: son los años del expresionismo, el dadaísmo o la Bauhaus, movimientos que ni siquiera la I Guerra Mundial pudo detener. Baselitz vive su infancia y juventud en un país derrotado, que durante los años del nazismo ha visto como el arte más innovador era demonizado; los artistas, exiliados y perseguidos. Por otra parte, en la Alemania Oriental (su zona natal) las escuelas de arte abandonan los principios constructivistas para abrazar el realismo socialista. Frente al retroceso que suponen estos acontecimientos, la obra de Baselitz se reveló después como una herramienta crucial para reconciliar al arte alemán con la identidad nacional, que al tiempo demostró que hay vida fuera de los movimientos artísticos “oficiales”. Sus dibujos, pinturas y esculturas siguen un camino alternativo y personal, que parte de principios expresionistas para desarrollar una trayectoria única. Polémico como pocos, sus opiniones (muchas veces desafortunadas) no deberían empañar una obra de enorme calidad y relevancia que despierta auténticas pasiones.
'El coro del puente' (1983). En hirshhorn.si.edu
Berlín Oriental y Berlín Occidental: primeros años
A principios del año 1938 nace Hans-Georg Kern en el Estado de Sajonia, una zona ubicada en lo que más tarde se convertirá en la Alemania Oriental. Más adelante cambiará su apellido por Baselitz, sobrenombre extraído de su localidad natal, Deutschbaselitz. Su padre era profesor en una escuela, y la familia vivía en un piso situado sobre las aulas. Es en la biblioteca del edificio donde el futuro artista entra en contacto con el arte; concretamente, despiertan su atención los dibujos a lápiz realizados por artistas del siglo XIX. Inspirado por estas obras, durante sus años de colegio va entrenando su mano en el dibujo; pero no será hasta los años de adolescencia, en el instituto, cuando empieza a pintar. En 1950 la familia se muda a Kamens; es en esos días cuando Baselitz empieza a mostrar un claro interés por la pintura. Más adelante, sus futuras obras reflejarán recuerdos y vivencias de su juventud; es el caso de su primera obra invertida, ‘Der Wald auf dem Kopf’ (‘El bosque cabeza abajo’), inspirada en una copia en tamaño original del cuadro ‘Interludio durante una caza en el Bosque de Wermerdorf’, del pintor Ferdinand von Rayski.
‘El corazón’ (1964). En michaelwerner.com
Los primeros trabajos de Baselitz sobre el lienzo están claramente inspirados en los paisajistas del movimiento Neue Sachlichkeit o Nueva Objetividad, una escuela que rechazaba el Expresionismo imperante y se acercaba al realismo (con matices). A pesar de su interés y su talento, su solicitud de ingreso en la Academia de Arte de Dresde es rechazada. En 1956 se matricula en la Academia de Artes Visuales y Aplicadas de Weissensee, situada en Berlín Oriental, donde se forma bajo la tutela del pintor Herbert Behrens-Hangler. Su época en la escuela no dura mucho: tras dos trimestres asistiendo a clases es expulsado del centro. El motivo de su expulsión es su “inmadurez sociopolítica”, un motivo común para artistas que rechazaban abrazar el Realismo Socialista impuesto por el gobierno soviético. Georg Baselitz no duda en trasladarse al Berlín Occidental y matricularse en la Academia de Artes Visuales de Charlottenburg, donde entra en contacto con artistas de vanguardia de la talla de Malevich o Kandinsky.
‘El bosque cabeza abajo’ (1969). Museum Ludwig. En artribune.com
Héroes, expresionismo y anamorfosis
A finales de la década de los 50, Georg Kern decide cambiar su apellido por Baselitz en homenaje a su tierra natal. Son años de intensa creatividad, potenciada por los estímulos recibidos en la Academia y por el contacto con otros artistas. En sus obras de esa época ya se intuye su estilo personal, así como una serie de temáticas e intereses que permanecerán a lo largo de su trayectoria. Es cuando empieza a trabajar en retratos de personajes imaginarios, inspirados en los soldados que tras la II Guerra Mundial permanecieron destinados en su localidad. Las imágenes muestran trazos gruesos, llenos de energía, que convierten a los retratados en extrañas criaturas de aire caricaturesco. Así, Baselitz comienza su alejamiento de las corrientes realistas y abstractas más puras, trazando un camino propio que coexiste con ambas. Ya en los 60 continúa trabajando en sus primeras figuras de “héroes”, empleando un método que los expresionistas americanos llevarían hasta sus últimas consecuencias: la anamorfosis o representación monstruosas de las imágenes.
‘El hombre desnudo’ (1963). En hirshhorn.si.edu
Corre el año 1963 cuando se inaugural la primera exposición de Georg Baselitz. Sus lienzos no solo rompen con el ideal estético del arte, el realismo o las escuelas de vanguardia: también son claramente transgresores desde el punto de vista de la moral de la época. La muestra incluye obras como ‘Der Nackte Mann’ (El hombre desnudo), que son calificadas y denunciadas directamente como pornográficas. Lejos de retractarse, el artista prosigue en su investigación y experimenta con distintos temas e intereses; su pintura se aleja cada vez más de la representación de la realidad, algo que queda patente en su primera obra invertida: la ya citada ‘El bosque cabeza abajo’ (1969). Su interés queda ya centrado en “producir”, no en “reproducir”. En 1975, ya convertido en artista de referencia, se muda a Derneburg desde Berlín para trabajar como profesor de pintura en la Academia Estatal de Artes Visuales de Karlsruhe. Al mismo tiempo, continúa trabajando en obras que reflejan la situación de su país, Alemania, tras la guerra y el vértigo emocional y social desencadenado por esta. Sus herramientas: figuras grotescas o abandonadas, imágenes distorsionadas, colores poderosos y trazos bruscos y gruesos.
‘Dormitorio’ (1975). En bordercrossingsmag.com
El cambio de siglo. Esculturas y reinterpretaciones
‘Modelo para una escultura’ (1979-80). En washingtonspeaks.blogspot.com
Las figuras de los lienzos de Baselitz parecen querer escapar e invadir el espacio que les rodea. Su potencia de color y de trazo estalla y arrasa al espectador. El artista, consciente de esta vocación latente en su arte, en 1979 decide dar un paso más y empieza a realizar esculturas talladas en madera de gran envergadura. Las obras están en la misma línea que sus pinturas: son toscas, grandes, invasivas, provocadoras y potentes. Para crearlas, Baselitz emplea herramientas poco propias del arte: el uso de sierras y hachas le permite realizar piezas de carácter monumental, donde la marca del filo o los dientes queda visible. Su obra se aleja un paso más del Expresionismo y se acerca al art brut, una escuela con la que siempre se ha sentido identificado. Las piezas no renuncian al carácter polémico y político que impregna gran parte de su obra pictórica: cuando acude a representar a Alemania en la Bienal de Venecia de 1980, incluye en la selección de obras la pieza 'Modelo para una escultura'. La figura, de madera tallada, parece levantar el brazo reproduciendo el saludo nazi. En el año 2011, el Museo de Arte Moderno de la Villa de París dedicará una gran exposición a las esculturas en madera de Baselitz, con piezas tan importantes como sus célebres 'Mujeres de Dresde', inspiradas en las víctimas de los bombardeos de la II Guerra Mundial en Alemania.
'Mujeres de Dresde' (1989-90). En fondationbeleyer.ch
Los años 90 y el fin del siglo XX encuentran al artista en plena producción. A las pinturas y las esculturas se les unen proyectos escenográficos, como el realizado para la representación de 'Punch y Judy' en el Dutch Opera de Ámsterdam. También se celebran grandes muestras retrospectivas en reconocimiento de su carrera, como la organizada en el Guggenheim de Nueva York en el año 1995. Pero si hay algo en lo que Baselitz empieza a trabajar con fuerza es, sin duda, en la reinterpretación de su propia obra a través de la pintura: durante el nuevo milenio empieza a trabajar en sus series 'Remix', reinterpretaciones de obras suyas realizadas en los años 60 y 70. En una entrevista a un diario online español, el artista señalaba: “Escogí obras de diferentes épocas: una de los sesenta, otras de los setenta... Las tengo todavía en la cabeza. Y las he pintado de nuevo como las habría hecho yo hoy. Desde la posición del presente. Cambian totalmente, pero siguen siendo las mismas".
‘Freund 66 (Remix)’ (2008). En royalacademy.org.uk
Actualmente, Georg Baselitz sigue viviendo y trabajando en Alemania. Su obra ha ejercido y ejerce una potente influencia en corrientes como el Neo-Expresionismo, de las cuales él continúa manteniéndose al margen. Los grandes museos y galerías de todo el mundo (entre ellos, el Museo Guggenheim Bilbao y el Centro Pompidou de París) siguen programando retrospectivas de su obra o exposiciones de nuevas piezas, que a día de hoy atraen a cientos de miles de visitantes.
Exposiciones
Georg Baselitz: Remix Paintings. Gagosian, NY (2007)
“Cuando remezclas la música popular, cambias el ritmo o el sonido... Lo que yo hago es algo totalmente distinto. Llevo mucho tiempo pensando cómo llamar a lo que hago. Me gusta la palabra remix porque procede de la cultura joven. De lo que nunca pude escapar es de Alemania, y de ser alemán”. De estas declaraciones de Georg Baselitx se extrajo el nombre de la exposición organizada en 2007 por la Galería Gagosian de Nueva York, formada por una serie de pinturas creadas en los años inmediatamente anteriores por el artista. En ellas reinterpreta las facetas y obras más provocadoras de su trayectoria, realizando nuevas versiones e interpretaciones desde la experiencia aportada por los años y los cambios históricos.
Georg Baselitz: Farewell Bill. Gagosian, NY (2014)
De nuevo, en el año 2014 la galería Gagosian volvió a exponer una serie de pinturas 'remix' de Baselitz. En las nuevas obras, el artista decidió emplear la figuración como vehículo para la expresión artística máxima: el resultado es una serie de autorretratos, un nuevo enfoque en su persistente subversión el objeto o modelo reflejado. La serie 'Farewell Bill 'supuso una clara ruptura con sus anteriores pinturas ‘remix’, realizadas en la primera década de los 2000: un magnífico despliegue de, nuevas y vibrantes imágenes, en las que el pintor buscó la reafirmación a través del acto de pintar.
Georg Baselitz. Los Heroes. Guggenheim Bilbao (2017 )
En 2017 el Museo Guggenheim Bilbao acogió esta exposición, organizada por el propio museo junto con el Moderna Museet de Estocolmo y el Palazzo delle Esposizioni de Roma y que se pudo ver en las sedes de las tres exposiciones. La selección incluía pinturas con representaciones de “héroes” vulnerables, losers y fracasados reinterpretados por Georg Baselitz entre 1965 y 1966. Un total de 60 lienzos, dibujos y bocetos con figuras a gran escala, que desprendían energía y desafiaban la contemplación del espectador.
Darkness Goldness. White Cube. Londres (2020)
El tema elegido por Georg Baselitz para esta serie de pinturas, la mano humana, le sirve al artista para investigar sobre la silueta icónica de las manos y su simbolismo en las distintas culturas. Mediante varios lienzos, dibujos y esculturas en relieve, la serie establece un diálogo a tres bandas que recorre la historia de la interpretación de la mano, desde la época prehistórica a la actualidad. Las obras de Baselitz se inspiran en el arte rupestre o las representaciones anatómicas, pero también en los cuadros de Albrecht Dürer y Egon Schiele, quienes centraron su atención en distintas ocasiones en la mano humana.
Georg Baselitz: la retrospective. Centro Pompidou, París (2021-22)
La primera gran exposición de Georg Baselitz en el Pompidou de París se inauguró a finales del año 2021. La muestra reunió una enorme selección de obras realizadas a lo largo de seis décadas de trayectoria artística. Desde los primeros dibujos, hasta los 'Héroes' que se pudieron admirar en el Museo Guggenheim Bilbao; desde el 'Pandemonium' de los 60, hasta las obras con técnicas mixtas en constante evolución de los últimos años. La exposición supuso una magnífica oportunidad para conocer a fondo la obra de un artista inclasificable, poderosamente influyente y siempre ajeno a modas o tendencias.
Georg Baselitz: Archinto. Museo di Palazzo Grimani, Venecia (2012-22)
El Museo del Palazzo Grimani se convirtió para la ocasión en una sede excepcional donde reunir las últimas pinturas y esculturas de Georg Baselitz. Doce de las obras fueron realizadas expresamente por el artista para la Sala del Portego, donde una vez permanecieron expuestos varios retratos de la familia Grimani. La muestra supuso para Baselitz la oportunidad de homenajear a la ciudad de Venecia y a su rica tradición artística, conservada por el artista a través de las técnicas pictóricas tradicionales, y desafiada al mismo tiempo por su trazo expresionista y libre.
Libros
'Deconstructing Memory'. Richard Calvocoressi. Ed. Thames and Hudson Ltd, 2021
El libro ‘Deconstruyendo la Memoria’ traza un seguimiento de la evolución del estilo de Georg Baselitz, desde sus primeros trabajos hasta las últimas creaciones. El escritor, comisario y ensayista de arte Richad Calvocoressi realiza en sus páginas una estructuración magistral de la narrativa cronológica, que ayuda al lector a valorar el trabajo del artista a través de los eventos más importantes de su vida. Muy especialmente, de los acontecimientos históricos que vivió en persona mientras desarrollaba una carrera artística realmente única. Un libro imprescindible para conocer al artista y su obra, con más de 400 reproducciones de alta calidad.
'Georg Baselitz'. Hans Werner Holzwarth. Edición limitada, numerada y firmada por el artista. Editorial Taschen, 2022
Otra monografía completa y espectacular, en este caso una edición de lujo creada por la editorial Taschen y firmada por el artista. Además de las más de 400 imágenes de sus obras, las páginas del libro reproducen planos de las instalaciones creadas por Baselitz en los últimos tiempos. Las ilustraciones se acompañan de una serie de escritos que abordan los temas desde distintos puntos de vista, por parte de una cuidada selección de expertos y críticos de arte. Un libro que también es una obra de arte y una pieza de colección, pensado para amantes del hecho artístico y de la obra de Georg Baselitz.
'Georg Baselitz: The Heroes'. Max Hollein. Editorial Hirmer Verlag, 2016
Los años de formación artística de Georg Baselitz transcurrieron en Alemania Occidental, donde la potencia de su trabajo se centró en cuestionar la compleja identidad nacional de su país. Entre 1965 y 1966 creó una serie de obras hoy consideradas maestras, dentro de sus series 'Héroes' y 'Nuevos Tipos'. El libro Georg Baselitz: The Heroes reproduce las pinturas pertenecientes a la primera serie, a todo color y con todo lujo de detalle, acompañadas de textos que profundizan en el estilo y el contexto histórico. La serie constituye un compendio demoledor de figuras agotadas, contradictorias y atormentadas, vestidas con harapos y con una enorme energía: una poderosa formulación de la postura del artista en relación con la sociedad.
- Georg Baselitz: Biografía, Obras y Exposiciones - - Alejandra de Argos -