Alejandra de Argos por Elena Cue

El pasado sábado 10 de septiembre se llevó a cabo en los espacios de La Fundación SZ la presentación del proyecto de residencia artística “El Núcleo” de la mano de Cerquone Gallery. Se trató de la presentación de cierre del artista Sebastián Oliver, mejor conocido como Grip Face.

Grip Face

 

El pasado sábado 10 de septiembre se llevó a cabo en los espacios de La Fundación SZ la presentación del proyecto de residencia artística “El Núcleo” de la mano de Cerquone Gallery. Se trató de la presentación de cierre del artista Sebastián Oliver, mejor conocido como Grip Face.

 

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“El Núcleo” consiste en una residencia de artistas donde estos se encontrarán viviendo una temporada en Segovia, en contacto con la naturaleza, en un espacio alejado de la cotidianidad citadina, donde el artista se encontrará experimentando una vivencia completamente distinta que buscará ser reflejada en las obras que creará durante su tiempo residiendo en dicho espacio.

 

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La residencia ayuda al artista a encontrar ese tiempo de reposo de la conciencia, le invita a profundizar en sí mismo sin un objetivo concreto, a dejarse vivir por el flujo de lo que siente, de lo que percibe, de lo que anhela, y, de ese modo, un paseo cualesquiera, a pie o a caballo, se transfigura en un conjunto de imágenes cuya singularidad evoca piezas maestras.

 

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Traidores o héroes; mentirosos o idealistas; farsantes o valientes.. El espía conjugan como ninguna otra figura aspectos tan contradictorios como la admiración y el desprecio, la ética y la falsedad. En 'Anatomía de la traición', Pedro G. Cuartango nos invita a adentrarnos en el submundo de los agentes dobles.

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Cubierta del libro ‘Anatomía de la traición’, de Pedro G. Cuartango. Editorial Círculo de Tiza, 2021

 

Pedro García Cuartango cierra el primer capítulo de su libro ‘Anatomía de la traición’ (Ed. Círculo de Tiza, 2021) con una advertencia: el texto que vamos a leer es “un recordatorio de la frágil frontera entre la lealtad y la traición, que a veces es un camino de ida y vuelta”. El escritor y periodista nos invita así a conocer de cerca las vidas de algunos de los espías más famosos del siglo XX, y de otros menos conocidos pero igualmente cruciales en el devenir de la historia contemporánea. En las primeras páginas del libro, el autor nos desvela su pasión por el mundo de los agentes dobles y triples, surgido a partir de la lectura de las novelas de su admirado John Le Carré y de Graham Greene. Esta pasión le llevó a recopilar decenas de libros y a leer cientos de documentos oficiales y páginas de periódicos, en los que los esquivos informantes surgían de repente para después desaparecer en la niebla. Años de investigación apasionada que han dado como fruto esta recopilación de perfiles, que en su día fueron publicados en las páginas del diario ABC y que hoy conforman una obra absorbente: un libro que se lee con la misma intensidad que una novela “de espías”. Por las páginas de ‘Anatomía de la traición’ desfilan personajes icónicos como Mata Hari o Kim Philby, que inspiró a John Le Carré para crear uno de sus personajes; pero Cuartango menciona también nombres de la actualidad política, como Alexander Litvinenko, Donald Trump o Vladimir Putin, entre otros.

 

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Foto: Pedro García Cuartango. En abc.es

 

Algo que se le agradece, y mucho, al autor es su tolerancia y su equidad a la hora de juzgar (o más bien no hacerlo) a los protagonistas de su libro. Tanto a los de un lado como a los del otro. Porque ya desde el primer capítulo, el periodista y escritor nos recuerda que en estos casos la palabra “traición” puede ser muy relativa. Mientras que algunos espías trabajaron en contra de sus países por dinero o por pasión, otros lo hicieron por su inquebrantable adhesión a una ideología y unos valores. En el primer cápitulo, '¿Fieles o traidores?', el  autor nos habla sobre los agentes dobles que renunciaron a servir a sus gobiernos por motivos ideológicos. Espías como Kim Philby, que al ser denostado por Le Carré por traicionar al Reino Unido, contestó: “Mi verdadera patria es la Unión Soviética […]. No he traicionado a nadie”. O la de Oleg Penkovsky, un coronel de la inteligencia militar soviética quien, decepcionado al constatar el alto nivel de vida del que gozaban los altos cargos de su gobierno mientras el pueblo pasaba penalidades, pasó valiosa información a la CIA y al MI16. En el resto del libro descubriremos las biografías de los y las espías más famosos e interesantes de la historia, un entramado fascinante sobre el que se tejió la sociedad occidental actual. Un submundo de secretos, dobles identidades, mentiras, verdades, ideas, dinero y pasiones que mezcla la literatura con la política y la realidad. Es todo un placer leer 'Anatomía de la traición', un libro en el que Pedro García Cuartango despliega su pasión por el mundo de los espías y nos la transmite como una corriente eléctrica. Tal y como nos invita al final de las primeras páginas, leamos y juzguemos (o no).

 

 

 

En la exposición 'Una mirada compartida', la artista de origen rumano afincada en Asturias vuelve a transportar al público a su tierra de nadie, donde los personajes habitan la bruma.

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Cartel de la exposición 'Una mirada compartida'. Instituto Cultural Rumano. En icr.ro

 

La pintura de Anka Moldovan evoluciona de forma sutil a partir de los elementos que son comunes a su imaginario: lo figurativo y lo difuso; lo real y lo soñado. Sus escenarios están inconclusos y se disuelven, en palabras del replicante Nexus 6, “como lágrimas en la lluvia”. En ellos transitan personajes cuyas vidas se nos escapan, pero que dejan una impronta permanente en el subconsciente. Nos reconocemos en ellos como seres de vida fugaz y confusa; pero su esencia real permanece oculta, y nos invita a imaginarla y a soñar. El universo de Moldovan se reúne ahora en el Instituto Cultural Rumano de Madrid, donde el 8 de marzo la artista presentó su exposición ‘Una mirada compartida’. En ella presenta su última obra, que incluye una serie de pinturas realizadas durante la pandemia y donde ha investigado con nuevos elementos relacionados con la naturaleza, tan presente en el pequeño núcleo rural asturiano en el que reside y trabaja. El punto de partida de la exposición nos lo desvela su propio nombre: la mirada que compartimos con quienes nos cruzamos y con los que convivimos. En conjunto, como comentó la artista en la inauguración de la muestra, refleja “un juego de miradas cruzadas en el que todos observamos y somos observados, con curiosidad, deseando saber más".

 

 

La artista Anka Moldovan habla sobre su trayectoria vital y artística desde su taller en Asturias. Canal del Instituto Cultural Rumano de Madrid.

 

Durante la inauguración, que con se celebró coincidiendo con del Día de la Mujer, el comisario Santiago Martínez habló sobre la obra de Moldovan. En sus lienzos, señaló, “a la inconcreción formal de las figuras se une la del propio lugar que habitan. Las referencias espaciales también se desdibujan, no hay fronteras, y apenas se intuye la línea del horizonte”. Son pinturas que apuestan por una paleta cromática sutil y de espectro reducido, donde las transparencias, los volúmenes creados con pasta aplicada sobre la madera, la impresión de distintas materias que crean texturas y los efectos de pintura diluida van dejando aparecer figuras casi espectrales. “Nieblas, asfaltos y personajes que van, que vienen, que se detienen y se articulan bajo una abstracción figurativa”, define con acierto la reseña publicada por el Instituto Cultural Rumano de Madrid en su página web. No es la primera vez que la artista muestra su obra en la capital; en 2014 exhibió varios de sus lienzos en la Casa de América, dentro de la serie de exposiciones Arte en la red. De lo virtual a lo físico que organizó entonces la institución. Ocho años después regresa a la ciudad con una obra que no deja de evolucionar y perfeccionarse, creando espacios abiertos a la reflexión en los que la pintora nos invita a perdernos y a volvernos a encontrar. La exposición ‘Una mirada compartida’, de acceso libre, permanecerá abierta al público en el Instituto Cultural Rumano de Madrid hasta el 31 de marzo.

 

 

 

El libro “El arte clásico. De Grecia a Roma” desmonta mitos y desactiva creencias. Sus autores, Mary Bead y John Henderson, nos invitan a adentrarnos en un mundo deslumbrante, lleno de color, sensualidad, ambición y atrevimiento.

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Cubierta de 'El arte clásico. De Grecia a Roma'. Mary Beard y John Henderson. Editorial La Esfera de los Libros (2022)

 

El arte clásico, entendido como el conjunto de obras creadas en los territorios de Grecia y Roma en el periodo entre la muerte de Alejandro Magno (323 a.C) y la del emperador Adriano (138 d.C), constituye los cimientos de la creación artística europea generada en los siglos posteriores. También es una de las bases en las que se asientan numerosas sociedades, generando una influencia indudable en la percepción estética del entorno y del individuo. Sin embargo, nuestra idea de “arte clásico” está mediatizada por quienes encontraron, interpretaron, restauraron y expusieron las obras originales: es fundamental estudiar su esencia original y entender cómo eran en realidad, y cuál fue su función y la intención de quien las creó. Es uno de los objetivos del libro El arte clásico. De Grecia a Roma, escrito por Mary Beard y John Henderson y publicado recientemente por La Esfera de los Libros. Una obra con toda la calidad que se espera de expertos como Beard, historiadora considerada actualmente la especialista más importante en la Antigüedad Clásica y Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2016. Por su parte, John Henderson es profesor emérito del King’s College de la Universidad de Cambridge y ha escrito una decena de libros sobre historia. Entre ambos realizan un análisis fascinante de nuestro concepto del arte clásico, abarcando de temas como la cuestión de la restauración (el dilema entre quienes quieren conservar las obras como fueron encontradas y los que abogan por devolverles su supuesta integridad), la variación de los intereses y los gustos en las distintas épocas y la presencial del color en las obras de la Antigüedad Clásica, muy lejos de los mármoles blancos que acostumbramos a imaginar en las ciudades romanas y griegas.

 

Entrevista realizada a la historiadora Mary Beard por el diario El País (2021)

 

El prólogo da paso a una introducción donde se explica el contenido del libro con más detalle. En cada página, llama la atención la forma en la que se desarrolla el contenido: es pura literatura, fluida y fascinante, casi una novela que nos conduce por los entresijos de las épocas clásicas. La calidad de la escritura de los autores está sobradamente contrastada; en este caso vuelven a dar un excelente ejemplo de cómo los textos académicos pueden alcanzar a todo tipo de lectores y lectoras. La introducción comienza con un ejemplo paradigmático: el caso de la escultura conocida como Séneca Moribundo o El pescador del Louvre. Una historia casi rocambolesca, en la que las ideas preconcebidas y los gustos de moda de una época forjaron un relato que parece estar muy lejos de la realidad. A partir de aquí las páginas nos conducen por tendencias, restauraciones, recreaciones, gustos y acontecimientos, con el propósito de cambiar nuestra percepción del arte clásico y el universo en el que se creaba. Tal y como señala Beard: “La deslumbrante luminosidad del mundo grecorromano es solo una de las muchas sorpresas que esperamos que depare este libro, contribuyendo así a difundir una imagen completamente distinta a lo que se suele ver en las reconstrucciones cinematográficas convencionales del mundo clásico, con sus monumentos pulidos e imponentes, casi fascistas”. El arte clásico. De Grecia a Roma es una auténtica delicia que transportará al lector a un mundo clásico inimaginado, lleno de color, intrigas, poder, sensualidad y revelaciones.

 

 

 

El nuevo libro del pensador francés nos plantea una cuestión inquietante: ¿es la vida que vivimos la verdadera vida?, y nos propone una reflexión sobre la “verdad” que permanece oculta bajo la rutina y la necesidad.

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Cubierta de “De Vera Vita”. François Jullien. Ediciones Siruela, 2022

 

La cuestión de si la vida que vivimos cada uno de nosotros y nosotras es real o solo una simulación, ha inquietado a autores de todos los tiempos. Ya en el siglo XVII, Calderón de la Barca definía la vida como “una sombra, una ficción”. En su novela póstuma 'El forastero misterioso' (1916), Marc Twain se aventuraba a sugerir que todo lo que nos rodea pudiera ser solo producto de nuestra imaginación. Y en las últimas décadas, películas como las que conforman la trilogía 'Matrix' o 'El Show de Truman' apuntan también a la posibilidad de que aquello que constituye nuestro día a día no sea realmente lo que pensamos que es. El filósofo y sinólogo François Jullien, profesor de la Universidad París-Diderot y director del Instituto de Pensamiento Contemporáneo, se sumerge de lleno en esta incómoda cuestión en su último libro, ‘De Vera Vita’, publicado por Ediciones Siruela. Un texto profundo e inquisitivo en el que las preguntas se suceden, siendo cada una más incómoda que la anterior. Según pasa las páginas, el lector o lectora se enfrenta a bocajarro a cuestiones que muy probablemente alguna vez se haya planteado, para después “taparlas” bajo el manto de la inmediatez. Porque lo que Jullien nos propone se resume en una de las primeras frases del libro, y habla de una experiencia común a muchísimas personas: “Una mañana —cuando el día aún no ha impuesto su curso, no ha proyectado su fatalidad— se alza insidiosamente una sospecha: que la vida podría ser algo muy distinto a la vida que vivimos”.

 

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Retrato de François Jullien. En Wikipedia.org

 

Una de las muchas cualidades del texto es que en ningún momento pretendesu autor dar normas o soluciones a la incapacidad por vivir la vida de una manera u otra. Como filósofo, se limita a hacer preguntas y a desarrollar ideas alrededor del concepto. Pero lo que no duda en hacer (algo que en estos tiempos es muy de agradecer) es arremeter contra lo que él llama el “infrapensamiento”: toda la cultura, o más bien pseudocultura, que se genera alrededor del supuesto bienestar, la resignación y la aceptación. Y lo deja bien claro: “Contra ese pensamiento perezoso, de repliegue, de repliegue del pensamiento y conjuntamente de la vida, que se conforma con banalidades de un infrapensamiento que no hace ni pensar ni vivir, debemos alzarnos a partir de ahora”. Jullien no se queda ahí, sino que avanza pregunta tras pregunta hacia un universo de cuestionamiento que no puede ni debe dejar indiferente al lector: es fundamental que, tras leer el libro, algo en quien lo lee (aunque sea en una pequeñísima proporción) cambie y se transforme. Porque como dice el autor, en una afirmación tan dura como realista, “la paradoja fundamental de la vida es que la vida no coincide con la vida, y eso desde su origen”. Y nos invita a hacer lo posible para ser conscientes de ello, aunque no podamos (o en realidad no queramos) cambiarlo. Porque como nos dice el pensador, no podemos saber cómo es la verdadera vita (vera vita), pero sí podemos saber cómo no es. Y sin lugar a dudas, no es como la que vivimos.