Gerhard Richter es uno de los grandes artistas de nuestro tiempo. Su obra brilla por sí sola: coherente, siempre en evolución, poderosa y llena de matices, ha influido con fuerza en generaciones de artistas a lo largo de las décadas. Richter defiende que el arte, y sobre todo la pintura, no es una herramienta para representar la realidad: son una realidad por sí mismas.
La difusa frontera entre la realidad y la representación
Gerhard Richter en su estudio. En p55.art
“El arte nunca es solo contenido. En realidad, siempre es forma.”
Gerhard Richter es uno de los grandes artistas de nuestro tiempo. Sus lienzos a gran escala, donde capas de color esconden identidades que parten de la imagen real, rompen los récords de precios en las subastas. En 2012, una de sus pinturas de la serie ‘Abstraktes bild (809-4)' , perteneciente al músico Eric Clapton, se vendió en Londres por más de 21 millones de euros, convirtiéndose de forma instantánea en la obra más cara realizada hasta entonces por un artista vivo. Si bien el precio nunca es un buen baremo para valorar el arte, está claro que la obra de Gerhard Richter brilla por sí sola: coherente, siempre en evolución, poderosa y llena de matices, ha influido con fuerza en generaciones de artistas a lo largo de las décadas. Partiendo de la figuración y de elementos realistas como fotografías (una disciplina que ha fascinado a Richter desde sus inicios), el artista difumina las barreras entre la realidad y la representación a base de destruir lo construido y de revelar lo que previamente se ocultó.
Richter defiende que el arte, y sobre todo la pintura, no es una herramienta para representar la realidad: son una realidad por sí mismas. Sus obras invitan a derribar los difusos límites entre ambos conceptos, generando una reflexión sobre nuestra capacidad de disociar la creación de la representación y sobre la forma como generadora de contenido.
‘Abstraktes bild (809-4)’ (1986). Enfirstonline.info
Una infancia entre la guerra y el arte
Gerhard Richter es pionero en el uso de la deconstrucción dentro del arte. Si su admirado Jackson Pollock empleaba el dripping para “destruir” la representación de la realidad y crear tensiones y emociones a través del gesto, Richter apuesta por el emborronamiento y la difuminación de las imágenes mientras la pintura está aún fresca. Los primeros años de su vida tuvieron, evidentemente, una poderosa influencia en su carrera posterior: nace en Dresde, Alemania, en 1932, en pleno auge del nazismo. Su familia encuentra acomodo dentro del régimen, pero en 1939 estalla la Segunda Guerra Mundial y su mundo se desmorona. El joven ve cómo su padre pierde su empleo, mientras que algunos de sus familiares fallecen durante la contienda. Tras la guerra Dresde pasa a formar parte de la Alemania comunista; junto con la experiencia bélica, esta tumultuosa época influirá decisivamente en el enfoque artístico del futuro trabajo de Richter.
A pesar de todo, sus padres se asegurarán de que el joven continúe sus estudios hasta los 16 años, cuando abandonará la educación formal para empezar a trabajar como ayudante de pintor de decorados teatrales. No tardará en volver al sistema educativo, esta vez ya dentro de la formación artística: en 1951 ingresa en la Kunstakademie de Dresde, donde se dedicará a pintar carteles y murales de propaganda política financiados por el Estado.
Del Realismo Socialista al descubrimiento de la abstracción
No es fácil para el joven artista entrar en contacto con las vanguardias históricas de la época. La imposición por parte de Stalin del Realismo Socialista como única escuela a seguir impide a los creadores entrar en contacto con otros movimientos. De hecho, el gobierno prohíbe la entrada de dos exposiciones sobre Pop Art y Fluxus en Alemania Oriental. Richter se dedica a pintar paisajes y permanece ajeno al dinámico momento que vive el arte en lugares como EEUU o Francia. En 1959 tiene la oportunidad de visitar Alemania Occidental, donde descubre la obra de Jackson Pollock y de Lucio Fontana.
Este descubrimiento supone un fuerte impacto para el artista, que comprueba que el realismo puede no ser tan eficaz como la abstracción la hora de reflejar tensiones y emociones. Así, en 1961 decide mudarse a Düsseldorf antes de que el gobierno comience la construcción del Muro de Berlín. Allí se matricula en la Kunstakademie local, y para partir de cero destruye la mayor parte de la obra realizada durante las décadas de los 50 y los 60.
‘Lesende am Strand’ (1960). En tumblr.com
La fotografía y la distorsión de la realidad
Ese mismo año, y coincidiendo con su entrada en la Kunstakademie de Düsseldorf, Richter empieza a utilizar fotografías como punto de partida para sus obras. Su método se distancia de la típica representación “copiada”: en su lugar, proyecta las imágenes sobre grandes lienzos y las reproduce con pintura. En sus propias palabras, lo que busca como artista “no es pintar una persona en particular, sino una imagen que no tiene nada que ver con el modelo”. La intención en buscar el distanciamiento con la realidad, conviertiendo lo plasmado en meras líneas y manchas de color.
Empieza a utilizar una técnica que se convertirá en un distintivo de su obra, y que no dejará de evolucionar: distorsionar y difuminar los bordes de las fotos proyectadas, aumentando así la ruptura entre la forma y el contenido. Un buen ejemplo es su obra ‘Mund’ (‘Boca’) de 1963, donde distorsiona los labios de la actriz Brigitte Bardot y les despoja de toda su identidad física.
‘Mund’ (1963). En gradychambers.com
Durante los años siguientes, Richter no dejará de investigar los límites entre la representación y la realidad y la pulsión entre la forma y el contenido. Decidido a eliminar cualquier traza de realismo de sus obras, empieza a pintar imágenes fotográficas para después deformarlas arrastrando la pintura hacia los bordes. En 1966 inicia una serie de 'pinturas grises' que continuará a lo largo de las décadas siguientes. En estas obras ya no se limita a difuminar contornos: toda la materia del lienzo es arrastrada hacia los bordes, en busca de la deformación y la supresión del detalle.
‘Versammlung’ (Reunión) (1966). En davidzwirner.co
De la influencia Pop a la sistematización del trabajo
Al tiempo que trabaja en la “destrucción” de la obra pintada, Richter investiga también otros caminos plásticos en busca de la abstracción. En estos años comienza una serie basada en las cartas de color que emplean las marcas de pintura para mostrar su catálogo cromático. “Empecé con la idea de las pinturas de cartas de colores en 1966, y mi obsesión con este tema culminó en 1974 con una pintura formada por 4.096 campos cromáticos”, comentó en su día. Las primeras obras mostraban los colores en recuadros, elegidos y dispuestos de forma arbitraria. Más adelante, Richter escogerá 180 tonos y los mezclará de acuerdo con un sistema, para después plasmarlos arbitrariamente para crear cuatro variaciones de dichos tonos. “Cuando el número 180 me empezó a parecer demasiado arbitrario, desarrollé un sistema basado en un número determinado de tonos y proporciones rigurosamente definidos”, explica.
‘256 Farben’ (1974). Foto: R.M. Lenox en flickr.com
Política, conciencia y representación
En 1976, Richter decide titular sus obras abstractas, basadas en capas de color posteriormente intervenidas, como ‘construcción abstracta’ o ‘pintura abstracta’. Una decisión que revela la intención de impulsar al espectador a interpretar la obra sin injerencia alguna por su parte. Al mismo tiempo, en 1977 comienza con su serie de 15 obras ‘Oktober 18, 1977’, uno de sus trabajos más conocidos e inquietantes. Las pinturas son reproducciones difusas de fotografías en blanco y negro, tomadas a los miembros grupo de activistas radicales alemanes Baader-Meinhof Group tras sus polémicas muertes en prisión (que el gobierno clasificó como “suicidios”). Si bien la intención declarada del artista fue cuestionar el propósito de las acciones terroristas del grupo a través de las imágenes, las pinturas también apelan directamente a la opacidad de la información gubernamental acerca de los fallecimientos.
‘October 18, 1977’ (1988). En moma.org.
En los 80 y los 90, la popularidad de Gerhard Richter no deja de crecer. Se suceden las exposiciones en museos y galerías de todo el mundo, mientras prosigue con su investigación acerca de la manera más directa de expresar las tensiones y los sentimientos a través de lienzos puramente abstractos. Las obras se pueblan de gruesas capas de pintura que generan estratos casi “arqueológicos”, que son posteriormente mezclados e integrados en un solo cuerpo. El artsita busca la textura, el color y la estructura a través de la casualidad.
‘906-12 Abstract Painting’ (2008). En mariangoodman.com
El nuevo milenio. La deconstrucción y la abstracción final
Durante la primera década del segundo milenio, Richter decide investigar otros campos dentro de su trabajo con el color y la abstracción. En 2011 empieza a trabajar en su serie ‘Strips’ (Franjas), en la que divide una de sus obras, ’Abstraktes Bild (724-4’) en más de 4.000 fragmentos. Posteriormente reproducirá, multiplicará y reorganizará dichos fragmentos empleando procesos computerizados, para después imprimir los resultados en lienzos de 10 metros de longitud.
‘Strip 3296’ (2011). En karlundfaber.de
En 2017 termina su último lienzo de gran formato, ‘Abstraktes Bild 952-4 (2017)’, y abandona definitivamente la serie. La obra representa la culminación de décadas de investigación y trabajo sobre el color, la forma y el contenido. Sin embargo, no deja de trabajar y continúa investigando con distintos soportes, disciplinas y materiales. Actualmente Gerhard Richter vive y trabaja en Colonia (Alemania); su obra ha sido y es expuesta y reproducida de forma constante a lo largo de los años, con retrospectivas que se suceden en los museos más importantes del mundo y cientos de publicaciones y monografías editadas.
'Abstraktes Bild 952-4' (2017). En reddit.com
Exposiciones
Gerhard Richter, 'Abstract Paintings". Marian Goodman Gallery, París (2009)
En el año 2009, la Galería Marian Goodman de París inauguró una exposición de obras creadas por Gerhard Ricther desde 2005 hasta entonces. La muestra incluyó una serie recién creada por el artista, ‘Sinbad’ (2008), así como un grupo de piezas individuales en formato medio y grande. La exposición permitió al público visualizar la continuidad de los procesos creativos de Richter, que son ya parte de la historia de sus obras abstractas.
‘Panorama’. Tate Modern, Londres (2012)
En los primeros años del segundo milenio, el MoMA de Nueva York inauguró una gran retrospectiva sobre el artista que reunió más de 50 pinturas e igual número de dibujos. Todo un recorrido por su trabajo hasta entonces, organizado de manera cronológica y con representación de todas las fases por las que ha pasado su carrera. La exposición permitió al público descubrir también dos grandes pinturas a gran escala, que fueron expuestas por vez primera durante la muestra.
Gerhard Richter. ‘Painting After All’. The MET Breuer, NY (2020)
En este caso, el testigo lo cogió el MET Breuer de Nueva York, actualmente desaparecido. El museo organizó una gran exposición que abarcaba seis décadas del trabajo de Richter, una trayectoria siempre caracterizada por la tensión entre la expresión abstracta y la creación figurativa. La muestra reunió más de un centenar de piezas, seleccionadas por su compromiso específico con la pintura como medio de expresión y con su interés por la fotografía, la reproducción digital y la escultura.
Gerhard Richter, ‘Aquarelle’.1977-1997. SCHÖNEWALD Gallery, Dusseldorf (2022)
Con motivo del 90 cumpleaños de Gerard Richter, la galería Schönewald de Dusseldorf (Alemania) celebró una exposición de 51 acuarelas, creadas por el artista entre 1977 y 1997. El público tuvo la ocasión de contemplar un cuerpo de obra lleno de sensibilidad, que se exponía de nuevo después de una década. La acuarela es una técnica poco común en la obra de Richter: el artista solo produjo dos piezas en 1964, más las creadas durante las dos décadas que cubrió la exposición.
Gerard Richter. David Zwirner Gallery, NY (2023)
En 2023, la Galería David Zwirner de Nueva York expuso las últimas pinturas creadas por Gerhard Richter. Pintadas entre 2016 y 2017, constituyen un grupo de óleos sobre lienzo que fueron mostradas al público entonces por primera vez. La muestra incluyó también una instalación de cristal realizada expresamente para la galería, una obra que continúa la investigación de Richter sobre la perspectiva humana y los entornos construidos.
Libros
‘Panorama’. Nicholas Serota, Mark Godfrey, Dorothée Brill, Camille Morineau. Editado por Tate Publishing, 2016.
En el año 2012, la Tate Modern de Londres organizó la retrospectiva ‘Panorama’ alrededor de la obra de Gerhard Richter. El catálogo que entonces se publicó fue actualizado cuatro años después, con la colaboración de expertos y expertas de los mejores museos de arte contemporáneo de Europa. El resultado, el catálogo actualizado ‘Panorama’, sigue siendo hoy una de las mejores recopilaciones de la obra de Richter: una investigación de amplio espectro que engloba la obra completa del artista hasta ese año, y aporta un recuento exhaustivo de sus espectaculares logros artísticos. El libro incluye más de 40 reproducciones de alta calidad de pinturas realizadas entre los años 2000 y 2015, con fotografías de estudio e imágenes de archivo acompañadas de textos de críticos de renombre.
‘Gerhard Richter. Die Cage-Builder’. Robert Stor. Editado por Verlag der Buchhandlung Walther Konig, 2024.
Las ‘Cage Paintings’ constituyen una serie de seis obras creadas por Gerhard Richter a partir del año 2000, tituladas a partir del nombre del compositor John Cage. Expuestas por vez primera en la Bienal de Venecia de 2007, son pinturas de gran formato que Robert Stor analiza en tres capítulos, a lo largo del libro. Estas pinturas supusieron un punto de inflexión en la obra de Richter y marcaron parte del camino que el artista emprendió, tras décadas de carrera. Más adelante, el artista realizó una serie de grabados inspirados en la misma serie, que fueron expuestos por la Galería Gagosian en el año 2021.
‘Gerhard Richter. Life and Work’. Armin Zwaite. Editado por Prestel Publishing, 2020.
En esta exhaustiva y fundamental recopilación, el autor conduce a los lectores a través de todas y cada una de las fases experimentadas por Gerhard Richter a través de su obra. El libro recorre los primeros pasos de Richter en el mundo del arte, desde su primera formación en Alemania del Este hasta su época de producción intensiva al otro lado del muro. El libro analiza y reproduce sus pinturas sobre fotografías en blanco y negro, las obras de vibrantes colores, los inescrutables lienzos en tonos de gris, las instalaciones de cristal y espejo, los retratos, los paisajes, las naturalezas muertas y sus monumentales obras abstractas.
- Gerhard Richter: Biografía, Obras y Exposiciones - - Alejandra de Argos -