La gran escultura, una cabeza femenina de 12 metros de altura creada por el artista Jaume Plensa, permanecerá sobre el pedestal vacío de la Plaza de Colón durante un año para luego viajar a otras ciudades europeas.
Vista aérea de la Plaza de Colón con la escultura Julia en primer plano, a la derecha. En Elle Decor.
La Plaza de Colón de Madrid inaugura el 2019 con una protagonista de excepción. Julia, la gran escultura de Jaume Plensa, brilla ya en pleno corazón de la capital invitando a la reflexión y a la introspección entre la incesante vida urbana. La obra es una escultura de 12 metros de altura que reproduce la cabeza de una niña, con los ojos cerrados y de color blanco. La adopción de Julia por parte de la capital no será permanente: la obra ocupará un pedestal vacío de la plaza (dedicado a exponer obras de arte temporales) durante un año. Transcurrido este tiempo, la escultura viajará a otras ciudades de Europa. Hace 10 años, el pedestal servía de base a la Estatua de Colón; hoy es la superficie expositiva destinada a un programa artístico de tres convocatorias, patrocinado por la Fundación María Cristina Massaveu Peterson.
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La iniciativa de traer la obra de Plensa a Madrid fue puesta en marcha por el gobierno municipal anterior. El actual consistorio decidió seguir adelante con la propuesta y actualmente Julia se eleva sobre el ruido de la ciudad, invitando a los viandantes al recogimiento. Según el artista catalán, uno de los más importantes del panorama contemporáneo, su obra es “un espejo poético y virtual en el que cada uno de nosotros pueda verse reflejado […], provocando un instante de reflexión personal e íntimo dentro del agitado dinamismo que genera el espacio público”. Habrá que ver si cuando pase el año, el clamor popular invita a Julia a quedarse en Madrid para siempre. Sin embargo, su creador lo tiene claro: "Julia se irá porque la concebí así: como un mensaje en una botella".