El seminario recogió el análisis que Jung realizó sobre la obra del pensador alemán Friedrich Nietzsche, junto con reflexiones y comentarios informales acerca de su entorno, su época y personajes de su interés.
Portada de El Zaratustra de Nietzsche. Volumen I (2019). Editorial Trotta
Un periodo convulso, plagado de mentes brillantes y atormentadas e inmerso en ingentes cambios sociales, culturales e industriales: así fue el paso del siglo XIX al siglo XX, época durante la cual vivieron y trabajaron algunos de los padres de la psiquiatría y la psicología modernas. La obra de uno de los más célebres, Sigmund Freud, no se puede llegar a entender a la perfección sin la intervención del que fuera su discípulo y más tarde su adversario: Carl Gustav Jung. En pleno 2019, la Editorial Trotta acaba de lanzar uno de sus libros de cabecera, El Zaratustra de Nietzsche, donde se recogen las reflexiones, comentarios y análisis que hizo Jung durante un seminario impartido por él entre los años 1934 y 1935. En el centro, la obra emblemática del filósofo alemán Friedrich Nietzsche: Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie (1885). Al igual que muchos otros pensadores, psicólogos y psiquiatras de la época, Jung se interesó en gran medida por las tesis y las ideas del que el propio Nietzsche consideraba su obra maestra (“el mayor regalo jamás realizado a la Humanidad”, tal y como comenta en su libro Ecce Homo). Durante las conferencias que impartió en el seminario, profundizó y analizó sus ideas; pero al mismo tiempo, no renunció a examinar al propio Nietzchse y su camino hacia la locura.
Carl Gustav Jung y Friedrich Nietzsche
Lejos de conformar un seminario abierto al público, las célebres charlas se celebraron de manera informal y solo ante los miembros de su círculo privado. Durante su etapa de estudiante universitario en Basilea (Suiza) Jung había leído las obras del pensador alemán, que le impactaron profundamente y tuvieron una poderosa influencia sobre su obra posterior. Ya en la madurez, los textos recogidos en El Zaratustra de Nietzsche revelan una capacidad crítica mucho mayor. Según Jung, las ideas que el filósofo reflejó en el libro no solo eran una prueba de su genio, sino también de algo más oscuro: sus tendencias neuróticas y prepsicóticas. La espontaneidad y la confianza que reinaban en el seminario permitió que Carl Gustav Jung se sintiese libre para decir lo que pensaba, sin ningún tipo de cortapisas, bromeando sobre los temas que le preocupaban o interesaban o arremetiendo directamente contra ellos (y contra todo tipo de personajes). Entre otros aspectos, Jung analiza la idea de Dios y de su origen como una “invención”u “opinión” que sale de los hombres, algo que constata Nietzsche en su obra. Para el psicólogo suizo Dios no se trata de una invención, sino de un acto psicológico relacionado, incluso, con la magia. Estas y otras ideas, fuertemente influenciadas por el pensamiento de Jung y por su interés por el esoterismo y la mística, se ven reflejadas con total libertad en este libro. Una publicación imprescindible, sin duda, que nos invita a descubrir el pensamiento de dos figuras fundamentales en la cultura moderna.
