La figura de Luis Vives ha sido relegada a segundo plano por opiniones como la de Ortega y Gasset, o por la manipulación que el franquismo hizo con sus ideas. El catedrático de filosofía José Luis Villacañas recupera su legado y lo coloca a la altura de los pensadores más grandes del Renacimiento.
Cubierta de “Luis Vives”. José Luis Villacañas, 2021. Editorial Taurus.
Catedrático de filosofía de la Universidad Complutense y Director de la Biblioteca Saavedra Fajardo, José Luis Villacañas cuenta con una trayectoria profesional y personal que le pone a la altura de cualquier reto. Porque de reto se puede definir la tarea de recuperar a la figura de Luis Vives, un filósofo y pensador que fue ninguneado en España durante su vida, y relegado al olvido en los siglos posteriores. Un olvido totalmente inmerecido: hablamos de un escritor, filósofo y pensador a la altura de Tomás Moro o Erasmo de Rotterdam. “Nuestro primer filósofo moderno”, señala José Luis Villacañas. Con esta intención, y dentro de la colección Españoles Eminentes (creada bajo el auspicio de la Fundación Juan March), el catedrático y filósofo ha publicado “Luis Vives” (Ed. Taurus), una biografía completa y fundamentada llamada a convertirse en un clásico. Vives vivió entre finales del siglo XV y principios del siglo XVI, una época convulsa en una España que se resistía a las ideas del Renacimiento. La familia de Vives fue perseguida por la Inquisición; y aun así, el filósofo se convirtió al cristianismo. Su carácter impresiona al autor del libro, que comenta en una entrevista realizada para El Confidencial: “Vives es un caso único de superación del resentimiento. Su familia fue quemada por la Inquisición española, y esto me indica que fue una persona que estuvo en condiciones de tener una actitud que, por supuesto, asumió el sufrimiento. Pero al mismo tiempo supo vivir sin resentimiento, sin querella, sin revanchismo, sin voluntad de venganza”.
José Luis Villacañas en su biblioteca. En elpais.com
A pesar de su carácter conciliador y sin rencores, Vives no pudo resistirse a sufrir la amargura del olvido por parte de un país que le dio la espalda. En una carta que escribió a Juan Maldonado podemos leer sus quejas: “Allí, en España, leen poco mis obras, menos las entienden, menos aún las compran o se preocupan de ellas, dada la frialdad de nuestros compatriotas por el afán de las letras”. Un auténtico error por parte de los españoles, que renunciaron a estudiar y a acoger al uno de los mayores pensadores del Renacimiento. Que, sin embargo, tampoco era perfecto; pero como ha demostrado en anteriores ensayos, José Luis Villacañas apuesta por la recuperación de la historia tal y como fue. Su teoría es clara: es mejor reconstruir y recordar lo malo, porque solo así es posible superarlo y colocarnos por encima. “Y claro, Luis Vives tiene luces y sombras”, comenta. Sombras aparte, en este libro descubrimos a un Vives que promulga la concordia y la solidaridad, cuyos valores nos resultan sorprendentemente actuales y comprometidos. Sus propuestas pasaban por realizar un reparto de poder más equitativo, remodelar el cristianismo para abrirlo a otras confesiones o diseñar programas de auxilio social para las clases más desfavorecidas. Todo esto y mucho más queda reflejado en la obra de José Luis Villacañas, cuya pasión por la figura a la que investiga queda más que patente en sus páginas. Rescuperar a Luis Vives de su mano resulta, por tanto, un auténtico placer y un deber para con nuestra historia.