En el Grand Palais y en el Musée Rodin. (Hasta el 13 de Julio)
París conmemora los 25 años de la muerte del gran artista neoyorquino Robert Mapplethorpe (1946-1989) con dos exposiciones, una en el Gran Palais y otra en el Museo Rodan.
El Gran Palais ha reunido más de 250 obras donde el visitante puede disfrutar del trabajo que Mapplethorpe realizó a lo largo de su vida, recorrer las etapas por las que pasó, y descubrir cuales fueron sus obsesiones a la hora de apretar su polaroid o su hasselblad. Obsesionado por la belleza y por crear un mundo sin barreras, estudió la fuerza de la naturaleza en el cuerpo humano para dejarnos imágenes imborrables de rostros, manos, cuerpos desnudos, … y una delicada serie de flores que imprimen una nota de delicada exquisitez a su trabajo.
A su faceta creativa hay que añadir su trabajo técnico, siempre atento al desarrollo de las últimas novedades ópticas y de revelado. En la exposición se observa como van evolucionando los soportes con los que trabajó. Desde la gelatina de plata para las primeras imágenes en blanco y negro, las polaroids en color, el fotograbado de los años posteriores hasta su últimas copias en platino impresos sobre papel y lino. Los formatos, en muchos caso de gran tamaño, también son muy importantes a la hora de entender la manera de encuadrar la imagen. En su búsqueda de la perfección lo que realmente le importó fue el resultado, no la fotografía en sí.
El Museo Rodin junto con la Fundación Mapplethorpe ha organizado, coincidiendo con la exposición del Gran Palais, una muestra que busca el diálogo entre estos dos grandes artistas. Cincuenta esculturas de Rodin y ciento dos fotografías de Mapplethorpe, invitan a un recorrido donde se pone de manifiesto la búsqueda de la belleza a través del cuerpo. Mapplethorpe aparece como un escultor de la imagen, que consigue con unos contrastes de luz muy marcados y un posados muy especial de sus modelos, a la manera de los grandes maestros del renacimiento italiano, esa sensación de corporeidad casi mágica.
La heterodoxia del trabajo de Mapplethorpe ha provocado numerosos debates sobre los límites de la obra de arte. Sin duda esta retrospectiva es una ocasión única para descubrir como este americano que comenzó haciendo collages con fotos ajenas, termino siendo uno de los iconos del siglo XX. El mismo con sus autorretratos dejo patente su compromiso personal con la búsqueda de nuevos mundos donde nada está vetado. "I'm looking for the unexpected. I'm looking for things I've never seen before" …
La sala del Gran Palais donde se exponen sus obras más iconoclastas (las imágenes sado-masiquistas) esta vetada a los menores de 18 años. Creo que no hay que pasarla por alto, pues contiene parte de la esencia del artista. Toda su obra esta llena de erotismo, sensualidad y sutileza.
¡No hay que perdérsela!. Entradas por anticipado, sin dudar.
www.grandpalais.fr/en/event/robert-mapplethorpe
www.musee-rodin.fr