El anterior gobierno italiano acordó su préstamo en 2017 para formar parte de la gran exposición programada por el museo francés para el 2019, destinada a conmemorar el 500 aniversario de la muerte del artista y hombre de ciencia florentino.
San Jerónimo (Leonardo da Vinci) es una de las obras en entredicho. En Musei Vaticani
El actual gobierno de Italia se sitúa en el ojo del huracán de esta noticia, que ha levantado expectación entre millones de admiradores de Leonardo da Vinci. En 2017 el anterior ministro de cultura italiano, Dario Franceschini, llegó a un acuerdo con el gobierno francés y el Museo del Louvre para prestar al país galo algunas de las obras más famosas y emblemáticas del genio renacentista, actualmente propiedad de instituciones como los Museos Vaticanos o las Galerías Uffizi. Sin embargo, en noviembre de 2018 Lucia Borgonzoni (vicesecretaria del ministro de cultura actual, Alberto Bonisoli) declaró cancelado el préstamo de la mayor parte de las obras. Según la vicesecretaria, cuatro de las pinturas solicitadas (La Anunciación, la Adoración de los Magos, el Bautismo de Cristo y San Jerónimo) se encuentran catalogadas como “de extrema fragilidad” y su préstamo está expresamente prohibido desde 2009.
La Scapigliata, Leonardo da Vinci. En Artnet.com
La única pintura que ahora mismo viajaría a Francia con el beneplácito del gabinete italiano sería La Scapigliata (Cabeza de Muchacha, Galería Nacional de Parma), cuyo traslado se considera seguro. La decisión del Ministerio de Cultura italiano podría dar al traste con uno de los proyectos estrella del gobierno francés para este año: la mayor exposición organizada hasta la fecha con obras y trabajos de Leonardo da Vinci, que tendría lugar desde el 24 de octubre de 2019 hasta el 24 de febrero de 2020. Una muestra donde se exhibirían un total de diecisiete pinturas del artista y un gran número de dibujos, junto con una cuidada selección de esculturas. Sin embargo, el Museo del Louvre y el gobierno francés aún no han perdido la esperanza: Borgonzoni declaró a The Telegraph que el préstamo está sujeto a renegociación “siempre bajo el espíritu del respeto mutuo, desaparecido durante los últimos años”.