El escritor inglés da rienda suelta a su pasión por la pintura y la cultura francesa en su útilo libro, donde reseña, describe y analiza con brillantez algunas de las obras más importantes de los siglos XX y XXI.
Portada del libro “Con los ojos bien abiertos” y retrato de Julian Barnes. En anagrama-ed.es y penguin.co.nz
La obra de Julian Barnes no necesita presentación. Desde la publicación del excelente El loro de Flaubert, un texto lleno de encanto que exploró una nueva forma de escribir no ficción (y ficción), hasta su novela La única historia, el escritor británico ha desarrollado un corpus literario que da una nueva vuelta de tuerca a cada historia, cada vida y cada experiencia. Amante declarado de la cultura francesa y del arte, su último libro Con los ojos bien abiertos (Anagrama, 2018) se aleja de la ficción para adentrarse en el análisis de algunas de las pinturas más importantes creadas durante los siglos XIX y XX. En su magnífico libro de relatos La historia del mundo en diez capítulos y medio, Barnes ya utilizaba uno de sus textos para contarnos la terrible historia que reflejó Théodore Gericault en su lienzo La balsa de la Medusa. En su nuevo libro el escritor regresa al lienzo para hablar sobre su creación, y sobre lo que plasma o esconde el pintor. Con él arranca un apasionante recorrido que incluye pinturas de artistas de muy distintas épocas: desde Delacroix, hasta Magritte; desde Courbet, hasta Oldenburg. Y más.
“La balsa de la Medusa” (1819), Théodore Géricault. Museo del Louvre. En arteselecto.es
Sin duda, uno de los grandes aciertos del libro es su alejamiento de la postura crítica o analítica sobre las obras. Barnes se centra únicamente en su pasión, descubriendo por qué esas pinturas despiertan en él los sentimientos que experimenta, dando claves para que el lector consiga sentir lo mismo. Puede ser que lo logre o no, pero igualmente los textos deslumbran de nuevo con la calidad de la escritura a la que el autor nos tiene acostumbrados. Las páginas de Con los ojos bien abiertos desbordan literatura, igualando las cotas alcanzadas por su maravilloso libro Niveles de vida o sus muchos relatos. El libro se articula por capítulos, en los que tienen cabida los artistas antes mencionados y otros como Braque, Manet, Cézanne, Valloton, Bonard… Un elenco tan variado como imprescindible en la historia del arte que conocemos como “moderno”. En definitiva, en Con los ojos bien abiertos Julian Barnes nos invita a descubrir y disfrutar de las obras que a él, por uno u otro motivo, le conmueven. “El arte no solo capta y refleja la excitación, la emoción que encierra la vida. A veces incluso va más allá: el arte es emoción”.