La figuración estructurada de la artista valenciana protagoniza una de las exposiciones más interesantes del verano madrileño. Una selección de 30 piezas que refleja la etapa más influyente de su trabajo, ubicada entre los años 20 y 40 del siglo XX.
Rosario de Velasco pintando ‘Lavanderas’. Archivo de la familia de la artista. Todas las imágenes: cortesía del Museo Thyssen-Bornemisza.
Los nombres de Picasso, Giorgio de Chirico o Tamara de Lempicka son mundialmente conocidos: su obra protagoniza grandes retrospectivas en los mejores museos del mundo y ha generado una poderosa influencia en la sociedad de las décadas posteriores. Pero hay otras figuras cuya relevancia es también fundamental, y que sin embargo permanecen en segundo plano hasta que una institución decide colocarlas en el lugar que merecen. Es el caso de Rosario de Velasco, la gran pintora madrileña que aunó tradición y modernidad, proponiendo nuevos puntos de vista en la plasmación de escenas y fusionando corrientes como el cubismo o la pintura metafísica con la figuración más tradicional.
Recorrido por la exposición “Rosario de Velasco”. En @thyssenmuseum
La obra de la artista se enclava en el movimiento Retorno al Orden, alineado con la Nueva Objetividad que surgió en Alemania y el Novecento italiano. Una corriente que propugnaba el regreso a los cánones figurativos frente al auge de la abstracción y de escuelas rompedoras como el Dadá, incluyendo al mismo tiempo la modernidad a través de la influencia de escuelas como el cubismo, la pintura metafísica o la mencionada Die Neue Sachlichkeit, impulsada en Alemania en 1923. Rosario de Velasco entró en contacto con estas corrientes a través de las revistas de arte que se publicaban en España en la década de 1920, y posteriormente resultaron clave para el desarrollo de su estilo personal.
Una oportunidad única para descubrir a una artista fundamental
'Adán y Eva'. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
El caso de Rosario de Velasco es muy particular. Algunas de sus obras son ampliamente conocidas, como ‘Adán y Eva’ (propiedad del Museo Reina Sofía de Madrid) o ‘Carnaval’ (perteneciente a la colección del Centro Pompidou de Madrid). Sin embargo y salvo excepciones, el resto de su producción resulta bastante desconocido para el gran público, así como la influencia que su obra ha ejercido en escuelas posteriores. Al igual que en muchos otros casos, su condición de pintora mujer no ayudó a su reconocimiento: de hecho, hasta 1995 su obra ‘La matanza de los inocentes’ fue atribuida al pintor Ricardo Valverde, al estar firmada con las iniciales RV.
'El Cuarto de los Niños'. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
La exposición del Museo Thyssen, organizada junto al Museo de Bellas Artes de Valencia y comisariada por Miguel Lusarreta y Toya Viudes de Velasco, pretende recolocar a la artista en la vanguardia del figurativismo pictórico español de la primera década del siglo XX. Para ello, la selección de obra se centra en piezas realizadas entre los años 20 y 40, considerada la época más prolífica y de mayor calidad en su trabajo. Junto a las obras ya mencionadas, el público tendrá la oportunidad de descubrir pinturas pertenecientes a la familia de la artista o conservadas en colecciones privadas. Algunas de las obras se encontraban hasta ahora en paradero desconocido, y han sido localizadas y recuperadas durante los últimos meses.
La exposición permanecerá abierta en el Museo Thyssen-Bornemisza del 18 de junio al 15 de septiembre de 2024, y posteriormente viajará al Museo de Bellas Artes de Valencia, donde se podrá visitar entre el 7 de noviembre y el 16 de febrero de 2025.