Los pintores impresionistas Mary Cassatt y John Singer Sargent, entre otros muchos, vienen de recorrer museos como el Musée des impressionnismes de Giverny o la National Galleries of Scotland de Edimburgo. Sin embargo, el verdadero motivo de este viaje no está aquí en Europa, sino en una antigua exposición de Impresionismo francés organizada en Nueva York allá por 1886, gracias a la cual muchos artistas norteamericanos, descubrieron una nueva forma de usar el pincel, de plasmar el momento fugaz, de tocar nuevos temas en su pintura, procedente del otro lado del «charco».
Estos artistas, «impresionados» por lo que les llegaba de Francia, tuvieron que adaptar sus cuadros, transformar lo aprendido de los maestros franceses en su propio lenguaje, un lenguaje lleno de «la rapidez, espontaneidad y frescura impresionista que supieron importar los americanos", según nos cuenta Guillermo Solana, jefe conservador del museo Thyssen.
Algunos de ellos, simplemente se dejaron llevar por la fuerza de la exposición que el marchante Paul Durand-Rue les llevó hasta su ciudad. Otros, sin embargo, habían visitado París, habían conocido a Degas, a Monet, y habían expuesto sus cuadros en varias muestras, como Mary Cassat, «acaso la única impresionista de verdad», como señala Katherine Bourguignon, comisaria de la exposición, ya que participó en cuatro de las ocho exposiciones que tuvieron lugar en París entre 1879 y 1886, representada aquí con obras como Verano o Jenny con su hijo somnoliento. También John Singer conoció de primera mano lo que supuso la pintura de aquellos impresionistas, admirando hasta la idolatría a alguno de ellos, como Monet, al que inmortalizó en el cuadro Claude Monet pintando junto al bosque, y que podemos ver en esta exposición junto a algunas de las obras de su ídolo, Pradera en Giverny o Prado con almiares cerca de Giverny.
El museo Thyssen ha conseguido tener entre sus salas, por primera vez en España, el trabajo de aquellos pintores impresionistas estadounidenses, quienes consiguieron aumentar la popularidad del Impresionismo, adaptándolo a los temas norteamericanos. James Abbot, McNeill Wishtler, Childe Hassam, Dennis Miller Bunker, Theodore Robinson o Edmond C. Trabell, presentan en esta muestra, su manera de entender el Impresionismo, de presentar el entorno en el que estaban, la sociedad en la que vivían, a través de obras como Pabellón de horticultura en la exposición universal de Chicago o Tres hermanas. Estudio bajo el sol de junio. El museo Thyssen-Bornemisza ha conseguido, en esta muestra, enseñarnos esa conexión entre estos dos tipos de Impresionismo y, para ello, nos presenta tanto las obras de los artistas norteamericanos como la de los maestros franceses: «a quienes no copiaron pero en los que hallaron inspiración».
Impresionismo americano
Museo Thyssen-Bornemisza. Sala de exposiciones temporales
Del 4 de noviembre al 1 de febrero de 2015