Alejandra de Argos por Elena Cue

 

 Santas Ines y Dorotea M.Wautier Carlos de Amberes 

 

La creación de un nuevo museo siempre es una gran noticia. Esto es lo que ha ocurrido en el Museo Carlos de Amberes de Madrid donde se han reunido más de cuarenta pintores flamencos y holandeses llegados de diferentes destinos. Unos del Museo de Bellas Artes de Amberes, otros del Museo del Prado y algunos más de Patrimonio Nacional. La Fundación les ha acogido entre sus salas con motivo de su nuevo proyecto: la constitución de su museo permanente y, ¿qué mejor forma de hacerlo que con la presencia de los maestros de los siglos XVI y XVII? Por eso, algunas instituciones más han querido sumarse a este acontecimiento, como la Biblioteca Nacional o la Fundación Custodia de París.

 

 portada museo carlos amberes   Los funerales del rey Turno Carlos Amberes 

 

Todo comienza en una antigua iglesia, sede de la actual Fundación. Al entrar, solo tendremos que dar unos cuantos pasos para llegar a la primera sala que inicia la exposición, dedicada al paisaje y al retrato, porque, según el comisario científico de este museo, Fernando Checa, no se trata tan solo de reunir un determinado número de estos pintores «sino de mostrar al público la gran calidad de retratos, obras mitológicas, iconografía religiosa, bodegones, paisajes, escenas de género, y representaciones de animales, que dieron vida a esta escuela».

 

Rubens El Martirio de San Andrés Carlos Amberes 

 

Hace las veces de «anfitrión» el cuadro de Pablo Rubens El Martirio de San Andrés, la única obra en propiedad de la Fundación desde que hace 420 años, el mismísimo Carlos de Amberes cediera sus posesiones en Madrid para crear una institución que ayudara a los viajeros de los Países Bajos que llegaban a la capital. Desde entonces ha sido protagonista directo de todas las transformaciones que ha sufrido dicha Fundación. Comparte sala con el tapiz llegado de Patrimonio Nacional, Los funerales del rey Turno, y con los otros cuadros de mayor tamaño dedicados a la pintura religiosa, como La educación de la Virgen de Rubens, y a la pintura mitológica, como El sueño de Venus de Jacob Jordaens.

 

el sueño de Venus  Jacob Jordaen Carlos Amberes   Infanta Isabel Clara Eugenia Rubens Carlos Amberes 

 

Hay un tercer espacio para que se reúnan con ellos otros maestros llegados de muy diferentes puntos. Algunos ya eran viejos conocidos nuestros, como los procedentes del Museo del Prado, que ha cedido obras como La infanta Isabel Clara Eugenia en el parque de Mariemont, otras de Brueghel el Viejo, de Denis van de Alsloot o de Frans Francken II. Otros, sin embargo, vienen de algo más lejos como los llegados de Amsterdam, tales como Van Dyck, Rubens, Jordaens, Cornelis de Vos, Bernard van Orley, etc., y una de las pocas pintoras flamencas de aquel momento Michaelina Wautier casi nueva para nosotros, así como la Biblioteca Nacional y la Fundación Custodia, que han cedido obra gráfica para la pequeña exposición temporal dedicada a grabados de desnudos femeninos y masculinos de Rembrandt.

 

grabado rembrandt Carlos Amberes   Rembrandt adan y eva Carlos Amberes 

 

Y así, con todos ellos, podremos dar un agradable y tranquilo paseo por las diferentes salas y disfrutar de una de las colaboraciones más inteligentes entre diferentes instituciones, que nace con «vocación de permanencia».

 

 Jan Fyt bodegon Carlos Amberes 

 

 Cornelis De Vos Family Portrait Carlos de Amberes 

 

MUSEO CARLOS DE AMBERES MADRID
MAESTROS FLAMENCOS Y HOLANDESES
Calle de Claudio Coello, 99, Madrid
Desde el 6 de noviembre de 2014

 Tres hermanas Tarbell 

 

Los pintores impresionistas Mary Cassatt y John Singer Sargent, entre otros muchos, vienen de recorrer museos como el Musée des impressionnismes de Giverny o la National Galleries of Scotland de Edimburgo. Sin embargo, el verdadero motivo de este viaje no está aquí en Europa, sino en una antigua exposición de Impresionismo francés organizada en Nueva York allá por 1886, gracias a la cual muchos artistas norteamericanos, descubrieron una nueva forma de usar el pincel, de plasmar el momento fugaz, de tocar nuevos temas en su pintura, procedente del otro lado del «charco».
Estos artistas, «impresionados» por lo que les llegaba de Francia, tuvieron que adaptar sus cuadros, transformar lo aprendido de los maestros franceses en su propio lenguaje, un lenguaje lleno de «la rapidez, espontaneidad y frescura impresionista que supieron importar los americanos", según nos cuenta Guillermo Solana, jefe conservador del museo Thyssen.

 

 hassam Grand Prix Day1887   Hassam pabellon de horticultura 

 

Algunos de ellos, simplemente se dejaron llevar por la fuerza de la exposición que el marchante Paul Durand-Rue les llevó hasta su ciudad. Otros, sin embargo, habían visitado París, habían conocido a Degas, a Monet, y habían expuesto sus cuadros en varias muestras, como Mary Cassat, «acaso la única impresionista de verdad», como señala Katherine Bourguignon, comisaria de la exposición, ya que participó en cuatro de las ocho exposiciones que tuvieron lugar en París entre 1879 y 1886, representada aquí con obras como Verano o Jenny con su hijo somnoliento. También John Singer conoció de primera mano lo que supuso la pintura de aquellos impresionistas, admirando hasta la idolatría a alguno de ellos, como Monet, al que inmortalizó en el cuadro Claude Monet pintando junto al bosque, y que podemos ver en esta exposición junto a algunas de las obras de su ídolo, Pradera en Giverny o Prado con almiares cerca de Giverny.

 

 cassatt-summertime        monet junto al bosque 

 

El museo Thyssen ha conseguido tener entre sus salas, por primera vez en España, el trabajo de aquellos pintores impresionistas estadounidenses, quienes consiguieron aumentar la popularidad del Impresionismo, adaptándolo a los temas norteamericanos. James Abbot, McNeill Wishtler, Childe Hassam, Dennis Miller Bunker, Theodore Robinson o Edmond C. Trabell, presentan en esta muestra, su manera de entender el Impresionismo, de presentar el entorno en el que estaban, la sociedad en la que vivían, a través de obras como Pabellón de horticultura en la exposición universal de Chicago o Tres hermanas. Estudio bajo el sol de junio. El museo Thyssen-Bornemisza ha conseguido, en esta muestra, enseñarnos esa conexión entre estos dos tipos de Impresionismo y, para ello, nos presenta tanto las obras de los artistas norteamericanos como la de los maestros franceses: «a quienes no copiaron pero en los que hallaron inspiración».

 

 the-kimono 

Impresionismo americano
Museo Thyssen-Bornemisza. Sala de exposiciones temporales
Del 4 de noviembre al 1 de febrero de 2015

 

 Aquelarre 

 

Contemplar la obra de Goya siempre es un regalo. Podemos hacerlo por nuestra cuenta o podemos dejarnos llevar de la mano de algún experto. Esta es la opción que nos propone Desvelarte los fantasmas de Goya, un grupo de profesionales que nos citan a los pies de la escultura del artista, esa imponente estatua que se encuentra en la entrada norte del Museo del Prado, para empezar aquí una singular ruta a través de las pinturas que decoraban la llamada «quinta del sordo», la casa en la que vivía Goya a las afueras de Madrid. Su intención es estimular «tanto tu mente como tu mirada al contacto directo con estas obras».
En una noche que está llena de misterio, de sombras y de fantasmas, el grupo Desvelarte, nos propone adentrarnos en las sombras de las pinturas negras de Goya, entre sus claroscuros, sus imágenes distorsionadas y la plasmación de los temores que atormentaban al artista.

 

 peregrinación 

 

Durante una hora y treinta minutos, nos prometen un emocionante recorrido, en medio de una luz tenue y misteriosa, por las diferentes salas en las que habitan estas pinturas; una forma diferente de mirar y de sentir esta serie de pinturas con las que el artista convivió durante años mientras decoraban las paredes de su casa.
A lo largo de 1819, y terriblemente enfermo, Goya se sintió impulsado a dibujar escenas esperpénticas, rostros desencajados, actos infames, abrumado, no solo por su enfermedad, sino también por la situación política del momento. El artista aragonés las realizó directamente sobre el muro cubierto de yeso, con la técnica llamada óleo al secco, y permanecieron prácticamente desconocidas durante más de cincuenta años, hasta que Salvador Martínez Cubells las traspasó al lienzo bajo el patrocinio del barón Èmile d'Erlanger, siendo cedidas finalmente al Museo del Prado en 1881. 

 

 parcas 

 

Este viernes 31 de octubre, podremos sentir la mirada de Las Parcas armadas con sus temibles tijeras; también podremos pasear entre El aquelarre, repleto de brujas y sombras, mientras intentamos librarnos de un Duelo a garrotazos; trataremos de evitar la desquiciada mirada de Saturno devorando a sus hijos y contemplar la extraña marcha de la Peregrinación a la fuente de San Isidro.
El grupo Desvelarte, en su empeño por mostrarnos el arte y la cultura de una forma diferente, organiza todo tipo de eventos que nos aproximan a los museos y a los artistas siguiendo un camino nuevo y original, desvelando «los secretos que esconden las calles, las plazas y las obras de arte que tantos nos fascinan».

 

 Garrotes 

 

Desvelarte los fantasmas de Goya
Viernes 31 de octubre de 2014
Horario: A las 11:00 h. y a las 17:00 h.

«Me atraen los colores luminosos de las máquinas tragaperras. Me fascinan los envoltorios de las naranjas, las contraportadas de los libros, la publicidad de los mecheros».

 

 Patricia Gadea Obra El mito del mundo 

 

Estas palabras podrían explicar cómo el mundo del cómic, de la cultura popular y de la publicidad, encontraron su lugar en la obra de Patricia Gadea (Madrid, 1960 – Palencia 2006). Ella los usó para expresar el sentir de toda una época, la de los años ochenta, la de la movida madrileña; una época llena de euforia ante los nuevos aires de libertad y de democracia que se despertaban: «Me gusta la sensación del momento, el riesgo de mi historia real, en la que lo complejo pueda llegar a ser muy simple. Ironizar sobre los distintos lenguajes y las imágenes dislocadas».
Esta artista, renovadora de la pintura española del momento, utilizó el lienzo como un manifiesto satírico de la imagen del país, a través de esas «imágenes dislocadas» de las que ella misma habla, sirviéndose de personajes de cómic, del collage o de la estética del cartel/anuncio.

 

 Patricia Gadea Obra Patosa   Patricia Gadea Obra capitalismo 

 

Todo está salpicado de escenas cotidianas presentadas como pequeñas viñetas y donde se analizan temas populares, sociales o políticos. La pintora nos muestra temas tan universales como la familia o la amistad después de haber traspasado su filtro personal, un filtro lleno de un humor bastante ácido y algo irreverente y que aún hoy muestran «una aplastante lucidez y contemporaneidad», según la opinión de la comisaria de la exposición, Virginia Torrente.
Su prisma de la realidad cambió en su estancia en Nueva York. Allí, tras la creación del colectivo Estrujenbank junto a otros artistas como el pintor Juan Ugalde y el poeta Dionisio Cañas, su lenguaje se politizó, se hizo más crítico, también más satírico. Esto se reflejó especialmente en la serie Circo, presente en esta muestra. En ella, se hicieron habituales personajes como la mujer trapecista o los payasos, compartiendo espacio, en ocasiones, con las caricaturas de gobernantes y políticos del momento. Es el tiempo en el que Gadea experimenta con cartulinas o con el papel pintado, incorporándolos al lienzo.

 

 Patricia Gadea Obra serie circus   Patricia Gadea Obra pata con teléfono 

 

Establecida en Palencia hasta su muerte, realizó, en papel, una obra más intimista y serena y, a modo de bocetos, plasma el equilibrio entre lo onírico y lo concreto. Algunos de estos dibujos son inéditos y se muestran aquí por primera vez.
El Museo Nacional de Arte Reina Sofía, a través de la exposición Atomic-Circus, presenta la primera retrospectiva de la artista y recorre la evolución de su obra desde sus primeros trabajos hasta sus últimas creaciones palentinas en papel, sin olvidar su paso por Nueva York. «No sé excluir ningún ingrediente de este cóctel. Veo la pintura como un campo de minas». Hagamos nosotros lo mismo: no nos perdamos ningún elemento de este cóctel.

 

 Patricia Gadea Obra Apocalypse   Patricia Gadea Obra serie circus 

 

Patricia Gadea
Atomic-Circus
Museo Nacional de Arte Reina Sofía
Edificio Sabatini

5 noviembre 2014 - 5 enero 2015

 

Cecily-Brown-Combing-the-hair

 

"Aquello que aparece solo sugerido es más real que lo plenamente definido" Cecily Brown.

Las paredes de la galería Gagosian se han teñido estos días de colores pastel, desde los rosas suaves a los verdes brillantes, en un guiño alegre a los cuadros impresionistas. Es una selección de las nuevas obras de Cecily Brown (Londres, 1969). En su primera exposición en solitario en París.

En sus últimos cuadros, esta pintora contemporánea que viene del mundo expresionista, nos seduce con su habitual diálogo con los grandes momentos de la tradición pictórica universal. Su obra está llena de referencias e influencias de otros artistas desde Veronés a Rubens, o desde Goya a Willem de Kooning, pasando por Francis Bacon. Y así, en esta exposición nos encontramos con cuadros como Hollyhocks that aim too high (2013), basada en la obra de Degas, o Combing The Hair (2013), en una clara alusión a los cuadros intimistas o de boudoir del siglo XIX.

 

Cecily-Brown-Shadow-Burn

 

 

La pintura de Cecily Brown nos lleva hasta el terreno de lo fantástico. En sus cuadros no hay perspectiva, todo sucede en la superficie. Parecen inmensos jardines al óleo, hechos de manchas de color en los que se mezclan la historia de la pintura, la ferocidad del instinto sexual y los dramas inherentes a la naturaleza en unas imágenes que se funden sin aparente criterio jerárquico. Así, sus cuadros se convierten en una suerte de organismo vivo en el que resalta la maestría de la pincelada de la artista, rápida y vigorosa, dotando a sus obras de una sensualidad y vitalidad magnéticas.

 

 

Cecily Bro

 

 

Entre estos jardines imaginarios pinta desnudos muy diferentes, desde los que aparecen solo sugeridos, a los más sólidos y claramente identificables. A través de ellos, el deseo surge como algo incontrolable, con sus propios márgenes y leyes. Cada uno de los lienzos de Brown es como una composición en movimiento. En ellos condensa el sujeto y el contexto mezclándolos con un colorido muy personal, de tintes brillantes y contradictorios. El resultado es la representación de una naturaleza que conmueve y desorienta, llevando al espectador hasta algo parecido a un juego en el que se encuentra así mismo buscando entre los brochazos del cuadro para descubrir aquí una cara, allí un brazo, un personaje o incluso un estilo como si de un cuento de niños se tratara.

Lo mismo sucede con los títulos de sus cuadros, también enigmáticos y aparentemente escogidos al azar, entre las palabras sueltas entresacadas de las letras de canciones o entre algún recorte de una revista.

 

 

Cecily-Brown-untitled

 

 

En los últimos diez años, Cecily Brown ha expuesto sus trabajos en importantes galerías y museos de Europa y Estados Unidos: Guggenheim Museum de Nueva York, Whitney Museum of American Art de Nueva York y la Tate Gallery de Londres.

 

 

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Exposiciones individuales: "Instrucciones: Cecily Brown" Museo Hirshhorn y Jardín de Esculturas, Washington DC (2002); MACRO, Roma (2003); Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid (2004); Museo de Arte Moderno de Oxford (2005); Kunsthalle Mannheim (2005-06); Des Moines Art Center, New York (2006); Museo de Bellas Artes de Boston (2006-07); Deichtorhallen, Hamburgo (2009); "Basado en una historia real" Kestner Gesellschaft, Hannover (2010, viajó a GEM, Museo de Arte Contemporáneo de La Haya); y Galleria Civica d'Arte Moderna e Contemporanea, Turín.

Cecily Brown vive y trabaja en Nueva York.

 

 

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Gagosian Gallery
4, Rue de Ponthieu
75008 París
Cecily Brown: Del 19 de octubre, al 20 diciembre 2014.

 

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- Cecily Brown, Gagosian Gallery, París -                        - Página principal: Alejandra de Argos -