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Autor: Elena Cué
Apoteósico Wagner en el Teatro Real. La fuerza y la pasión de Wagner se unieron con lo bello y lo sublime de Bill Viola engrandeciendo asi la obra.
Destacaría la maestría de Marc Piollet en la dirección musical, la poderosa voz de la lituana Violeta Urmana como Isolda y un magistral Franz-Josef Seling en el papel del rey Marke. Peter Sellars, director escénico, cedió todo el protagonismo a Bill Viola empleando sobrios elementos estéticos y produciendo una simbiosis con su video arte.
Amor, anhelo, emoción y drama. Sentimientos transmitidos con una inmediatez y una capacidad expresiva que solo la música, entre todas las artes, es capaz de conseguir. Si a esto unimos la poética escénica de Viola, la combinación no pudo ser más acertada.
Wagner, compositor del Romanticismo, eleva esta obra a la pura esencia romántica, exaltando el sentimiento por encima de la preponderancia de la razón Ilustrada. El romántico vive y se consume en sus emociones, muere en el anhelo como Tristán. Entendiendo la muerte como principio de vida. La muerte de amor es vida...
Este sentimiento de deseo y añoranza es la esencia del hombre para Schopenhauer. Somos voluntad y necesidad. Lucha por la existencia con un fin irremediable al que nos acercamos que es la muerte. Somos solo dolor por querer y aspirar, porque si los deseos se llegan a cumplir, nos encontraríamos con algo peor como dice Schopenhauer: vacío y aburrimiento. La vida para él es un péndulo que oscila entre la necesidad y el tedio.
Es sabida la influencia que ejerció el pensamiento de Arthur Schopenhauer sobre el compositor. El budismo, que está presente en las ideas del filósofo, también influyó en Wagner a la hora de escribir el libreto de Tristán e Isolda (Wagner además de componer la música siempre escribía sus libretos).
Éste es otro punto en común con el artista Bill Viola que utiliza su video arte como exploración de autoconocimiento y que tiene sus raíces en las tradiciones espirituales como el budismo, cristianismo o islamismo. Todo ello estuvo muy presente en la proyección que acompañó a la opera, de gran misticismo.
Los elementos fuego, agua, aire, tierra están muy presentes en su obra, al igual que una concepción del tiempo ralentizada con una estética influenciada por artistas como Zurbarán, Velazquez, Goya, Ribera, el Bosco... El agua, esencial en el ciclo de la vida, tiene mucho simbolismo en su obra ya que a los seis años estuvo a punto de morir ahogado. Cuenta como esta experiencia en lugar de provocarle angustia o desesperación, le produjo calma y tranquilidad. El agua es la gran constante de su trabajo; vida, movimiento, nacimiento, cura, placer, dolor, muerte, misterio...
Estos cuatro elementos eran la explicación que los presocráticos daban al origen y causa del cosmos.
Los videos que se iban sucediendo a lo largo de la representación fueron acercándose cada vez más a la trama de la obra a medida que los actos transcurrían. Hasta que en el tercer acto, para mí sin duda el mejor, triunfó la unidad entre ellos.
"Muchos de mis trabajos se basan en la unión de contrarios. Blanco y negro, luz y oscuridad, fuego y agua, día y noche, hombre y mujer, nacimiento y muerte. Estos son los elementos que el ser humano viene observando desde el comienzo de los tiempos" Bill Viola.
El primer acto comienza con escenas del mar y unas imágenes de unos actores Shakesperianos, con desnudos incluido, que utilizó Viola como simbolismo de la leyenda. Escenas de los amantes de una gran intensidad, romanticismo y dramatismo. La pantalla se centró en una especie de purificación de los protagonistas. Agua como principio de vida y expiación.
Continuando con fuego como símbolo de la lucha entre la vida y la muerte. Fueron soberbias las escenas de las grandiosas llamas acompañadas por la potencia de la música.
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Esta magnífica exposición del artista de origen argelino Adel Abbdesamed, se puede visitar en el Museo de Arte Moderno de Doha, en Qatar. Es una exhibición que nos abre los ojos a la violencia en el mundo. El arte como crítica es la línea que sigue Adel en su obra, en la cual, se define como un artista de acción. Es el proyecto más importante llevado a cabo por el Mathaf.
En la entrada del Museo nos recibe La Vase Abominable, una vasija de medidas descomunales reposando sobre una base de bombas. La vasija y las armas. Dos de los primeros artefacto creado por el hombre se unen como símbolo de nuestra contradictoria condición humana, la creación y la destrucción.
En esta misma entrada un video llamado Ayaï proyecta una rápida acción repetida hasta el infinito en la que un pie desnudo pisa con violencia una rosa que yace en un adoquín. Curioso el impacto visual de la destrucción severa de algo que evoca la belleza.
Debajo del video se despliegan los Soldaten. Abdessemed los ve por todos sitios, desde el Norte de Irlanda en el comienzo de los años 90 hasta Afganistan en nuestros días. Por seguridad. Por nuestra seguridad. Los soldados representan las continuas guerras de nuestro tiempo.
Para cerrar el círculo de esta sala les acompaña Zero Tolerance (2006), un coche de terracota que aparece carbonizado, destacando entre las blancas paredes. Una imagen que transporta a tantas escenas vistas en los medios de comunicación producidas por ataques terroristas.
La siguiente sala no deja indiferente. East of Eden. Mémorie es la primera memoria, la de un prado de flores que se transforma en cuchillos.
"Que aberrante metamorfosis se impone en nuestra memoria. Que inmenso y repetido crimen ha sido cometido contra nosotros, contra nuestros cuerpos, contra la tierra la cual nosotros pisamos, para transformar los sueños antiguos de bondad y felicidad en yermo, desembocando en tierra destruida por el mal, la violencia y sus signos, vueltos a unir por un momento en una figura similar al arquetípico jardín"
Al fondo se proyectaba un video donde aparece un baboon colocando letras en una pared, Hutu y Tutsi, las dos etnias que en 1994 provocaron el genocidio de Ruanda. Memoria y más memoria…
Sin duda, lo más impactante de la exposición es una instalación humana en terracota que cubría las inmensas paredes. Room of a man as a builder. Shams, es el nombre de esta descomunal y potentísima instalación. El hombre como constructor de monumentos para perpetuar la memoria. El artista como arquetipo del gran constructor. Esta instalación es como una especie de homenaje a los millones de hombres que han ayudado a construir nuestra memoria y que son invisibles.
Los Little Pot son una serie de jarras comunes fabricados en diferentes materiales como arcilla, goma, laca, jade... "Regalo de amor", una promesa de una era que llegará, quizás.
Room of the eternal, or Beyond time. Julie. D'un horizon á un autre. Hace referencia a los conceptos de eternidad e infinito, dos términos que tienen mucho que ver con la figura del artista ya que su trabajo tiene que ver con el espacio y el tiempo. Representa su mujer hecha en piedra de sal sobre una roca de la región de Qatar.
"En el arte, eternidad e infinito están relacionados con la idea de belleza, ya que en la vida la belleza es parecida a la felicidad".
Y para terminar un panel dorado con sus cuatro hijas como recuerdo soñado de una época que tendrá que venir, L'age D'or.
"La Edad Dorada es un estado celestial donde la fatiga de la vida de esfuerzo y su consiguiente infelicidad están desterrados. La Edad Dorada aparece antes de la civilización y su malestar. Pertenece a la esfera del mito y la mitología…" Pier Luigi Tazzi
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Foto: Alejandra de Argos |
"Aventura de una noche" fue el nombre del evento explosivo creado por Cai Guo-Quiang, uno de los artistas chinos más célebres del mundo. Consistió en un acto conceptual pirotécnico que estalló en las aguas del Sena con motivo de la "Nuit Banche" parisina. Sexo y explosivos se fusionaron en la ciudad del Amor a lo largo de una noche mágica.
Foto: Alejandra de Argos
Desde hace doce años y, en el primer fin de semana de Octubre, París alberga "La Nuit Blanche", un importante evento de arte contemporáneo. La noche empezó a bordo de un bateau-mouche en el que el artista trató de explicar la experiencia que ibamos a vivir, un ejemplo de arte efímero que se dividiría en tres fases. El escenario elegido eran las orillas del Sena, entre el museo D'Orsay y el Louvre, para percibir una experiencia romántica, elogio a Eros, en la capital del amor. Allí se congregaron miles de personas que se iban situando a lo largo del Sena.
Una vez que supimos cómo se iba a desarrollar el evento, emprendimos la marcha a lo largo del Sena. La guía fue Lulú, que portaba un farolillo rojo. El punto donde se iba a llevar a cabo el espectáculo se podría observar desde unas gradas instaladas para la ocasión. La exhibición se hizo esperar media hora hasta que llegó el alcalde de París Bertrand Delanoë, financiador del evento. Entonces empezó la primera escena, con una duración de doce minutos, medida que se estima que tienen los franceses al hacer el amor. La música estuvo a cargo de Tan Dun, compositor y director conceptual chino, de su creación The Pink, música ritual en sonido y danza. Fue grandiosa la simbiosis de la música con una espectacular explosión de fuegos pirotécnicos que expresaban el proceso de hacer el amor y su metafórica erupción.
A French Love Encounter in Cai Guo-Qiang’s One Night Stand: Explosion Event for Nuit Blanche, realized on October 5 on the Seine River, Paris, France, 2013. Photo by Thierry Nava, courtesy Cai Studio. |
La segunda escena fue el momento de los amantes, donde dos bateau-mouche, con cincuenta carpas rojas, acogían a cien personas de todas partes del mundo en un acto multicultural. Cada tienda contenía una pareja haciendo el amor. Si querían compartirlo con el espectador tenían que encender la luz y entonces podrían ser observadas las sombras desde el exterior o la tendrían apagada. Todas fueron encendidas.
Lovers’ Time in Cai Guo-Qiang’s One Night Stand: Explosion Event for Nuit Blanche, realized on October 5 on the Seine River, Paris, France, 2013. Photo by Lin Yi, courtesy Cai Studio. |
Lovers’ Time in Cai Guo-Qiang’s One Night Stand: Explosion Event for Nuit Blanche, realized on October 5 on the Seine River, Paris, France, 2013. Photo by Lin Yi, courtesy Cai Studio. |
Foto: Alejandra de Argos
A los barcos les rodeaban unas pequeñas lanchas dirigidas por unos hombres enfundados en unos trajes de luces blancas. Ellos eran los encargados de lanzar los fuegos artificiales durante quince segundos, cada vez que una pareja se daba placer. Momento en el que se provocaba una reacción emocional entre las parejas y la audiencia.
Y finalmente, pudimos disfrutar de la última explosión de unos elegantísimos y excepcionales fuegos artificiales para despedir la noche. El estado de emoción colectiva tras esta experiencia tan intensa, era enormemente palpable en el ambiente que se respiraba en las orillas del Sena. Este rio fue el otro gran protagonista de la noche, testigo de la Historia de Francia y compañero, en ambos lados del cauce, del Palacio del Louvre y el Museo D'Orsay.
Lovers’ Time in Cai Guo-Qiang’s One Night Stand: Explosion Event for Nuit Blanche, realized on October 5 on the Seine River, Paris, France, 2013. Photo by Lin Yi, courtesy Cai Studio. |
Recomendaciones:
En las mismas fechas tuvo lugar la ''Blanch Nuit'' en Toronto. Ai Weiwei, uno de los artistas chinos conceptuales más importante de nuestros tiempos, fue el encargado de crear una Colosal instalación que vale la pena ver.
http://www.thisiscolossal.com/2013/10/forever-bicycles-ai-weiwei-toronto/
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¡¡El horror!! ¡¡El horror!! Terroríficas y enigmáticas palabras pronunciadas por Kurtz antes de morir, después de haber descendido a los infiernos de la degradación moral, en la obra de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas. El colonialismo que se dio en el Estado Independiente del Congo, que fue administrado privadamente por el Rey Leopoldo II de Bélgica entre 1885 a 1908, guarda similitud con el totalitarismo de Hitler. Durante este periodo alrededor de diez millones de africanos fueron exterminados. La población congoleña fue sometida a una extrema explotación bajo una esclavitud salvaje. La extracción de recursos naturales como caucho, marfil y resina enriquecieron descomunalmente a este responsable de una de las mayores tragedias de la humanidad.
¡¡El horror!! ¡¡El horror!! Terroríficas y enigmáticas palabras pronunciadas por Kurtz antes de morir, después de haber descendido a los infiernos de la degradación moral, en la obra de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas.
El colonialismo que se dio en el Estado Independiente del Congo, que fue administrado privadamente por el Rey Leopoldo II de Bélgica entre 1885 a 1908, guarda similitud con el totalitarismo de Hitler. Durante este periodo alrededor de diez millones de africanos fueron exterminados.
La población congoleña fue sometida a una extrema explotación bajo una esclavitud salvaje. La extracción de recursos naturales como caucho, marfil y resina enriquecieron descomunalmente a este responsable de una de las mayores tragedias de la humanidad.
En el caso de Hitler, fue responsable de la muerte de 22 millones de personas de los cuales 6 millones eran judíos. Hombres, mujeres y niños fueron arrebatados de sus núcleos familiares y conducidos a campos de concentración donde los que no eran aptos para trabajar eran enviados a la cámara de gas y el resto eran destinados a la esclavitud, sufriendo la más espantosa degradación física y moral. Cualquiera de los supervivientes del Holocausto quedaron marcados por ¡¡El horror!!
Ese ¡¡horror!! es el eje que subyace en la película donde el personaje de Hannah Arendt es llevado a la pantalla magistralmente por la directora alemana Margarethe Von Trotta y encarnado formidablemente por la actriz Barbara Sukova. La pelicula esta basada en su libro Eichmann en Jerusalén. Resulta muy complicado llevar a la pantalla a una pensadora de esta talla tan creíblemente. Las imágenes originales del juicio a Eichmann son muy potentes y hacen junto con la ambientación que nos sumerjamos de lleno en la época.
Hannah Arendt, filósofa alemana de origen judío, fue una de las teóricas políticas más influyentes del s XX. Huyó de su país cuando se vio en peligro pero no pudo escapar de ser confinada en un campo de concentración en Francia del que más tarde escapó rumbo a Estados Unidos.
Pocos años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1961 la revista The New Yorker quiere cubrir el juicio que se llevará a cabo en Jerusalén a Adolf Eichmann, teniente coronel encargado de llevar a cabo la solución final de los judíos organizando su transporte hacia los campos de concentración para su exterminación. El Mossad lo había secuestrado en Argentina y llevado a Israel para su procesamiento. Arendt desea seguir el proceso y así se lo hace llegar a la revista que acepta encantada la propuesta. La suma de los artículos que escribe para la revista conformaran la edición del libro Eichmann en Jerusalén.
La película nos relata la vida y proceder de Hannah Arendt en ese periodo concreto de tiempo. Fue una mujer de fuerte personalidad e independencia que aprendió a pensar con Martin Heidegger, amante suyo, antes de que éste apoyara al partido nazi.
Lo más interesante es como se enfrentó con este juicio a toda la comunidad judía, a una gran parte de la población, e incluso a muchos amigos, por llevar hasta las últimas consecuencias esa libertad absoluta de pensamiento que siempre la caracterizó.
Se dio por descontado que siendo judía su análisis sería totalmente partidario y que no tendría ninguna fisura, pero si hubo, ya que denunció la parcialidad con que se llevó a cabo el proceso, señaló la importancia que tuvieron algunos líderes judíos que facilitaron listas de sus congregaciones y provocaron deportaciones masivas, o la más importante, que acuño el concepto de "banalidad del mal" como otra forma de culpabilidad irreflexiva llevada a cabo por una cuestión de orden y obediencia.
Leopoldo II, Adolf Eichmann, líder y sirviente, ¿que juicio ético se merecería cada uno? La sentencia en los dos casos sería culpable pero ¿con matices?
“Si es verdad que una cosa, tanto en el mundo de lo histórico-político, como en el de lo sensible, sólo es real cuando se muestra y se percibe desde todas sus facetas, entonces siempre es necesaria una pluralidad de personas o pueblos, y una pluralidad de puntos de vista, para hacer posible la realidad y garantizar su persistencia. Dicho con otras palabras, el mundo sólo surge cuando hay diversas perspectivas (...). Si por el contrario, aconteciera que a causa de una enorme catástrofe, restara un sólo un pueblo sobre la tierra, en que todos vieran y comprendieran todo desde la misma perspectiva, y vieran en completa unanimidad, entonces el mundo, en sentido histórico-político, llegaría a su fin y los supervivientes, que permanecerían sin mundo sobre la tierra, no tendrían más en común con nosotros.” Hannah Arendt.
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Ayer se inauguró la exposición dedicada al diseñador y arquitecto Ron Arad en la galería Ivorypress de Madrid, fundada y dirigida admirablemente por Elena Foster. En este espacio, tipo garage neoyorquino se despliega el soberbio mundo de Ron Arad.
Lo primero que te recibe es una mesa de ping pong de acero inoxidable y bronce de una belleza extrema en su diseño de líneas. En esta pieza de museo se pudo observar las extraordinarias dotes del artista con este juego heredado de los ingleses.
La exposición nos acerca más a conocer su obra global que estriba en la arquitectura, diseño de muebles, iluminación y escultura. El repertorio de sillas de diseño es interesantísima, desde la primera silla que realizó, la New Rover chair, fruto de la unión de dos ready-mades; un asiento de un Rover 200 sobre un bastidor de Kee-Klamp, hasta las espectaculares sillas que podemos disfrutar en la exposición como la Narrow Pappardelle desplegando toda su poesía, a la Blo Void que abandona la funcionalidad para convertirse en una escultura o la sin igual Gomli que según el artista, el nombre tiene que ver con su amigo Antony Gormley y que está diseñada para la comodidad sin ideas preconcebidas de la belleza.
Artista versátil, sumamente creativo, magistral en la utilización de materiales, a los cuales da vida al dotarlos de movimiento. Suele experimentar con acero, aluminio, polietileno o corian con los que juega con una libertad que da unos resultados sorprendentes. Como sorprendentes son las estanterías. El primer impacto visual lo recibes con una extraordinaria representación del mapa de China en acero inoxidable o la No Bad Colours, una estantería con una nueva tecnología que hace que cambie de color, es de una creatividad asombrosa que hace acercarnos a un nuevo concepto en el diseño. Una de las más interesantes fue Restless Shelves, movimiento, armonía y diseño aunado en una gran pieza.
Blame the tools, recreación de un Fiat 500, proyectos de arquitectura, diseños de gafas...
Todo ello nos sumerge en un mundo fascinante.
En arquitectura destacaría el flamante Museo del Diseño Holon cerca de Tel Aviv, ciudad natal del artista. Una impresionante estructura en acero cor-ten rodea el museo en forma de espiral que recuerda más a una monumental escultura. Un ejemplo de como la arquitectura, la escultura y el diseño se funden en el espacio.
Esta exposición es el ejemplo de su gran lema "El único principio es no basarse en lo que ya existe". Esto y mucho más es lo que se puede encontrar en Ivorypress gracias a los esfuerzos de Elena Foster por acercarnos a conocer a estas grandes figuras del diseño, la arquitectura o la pintura.
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En 1999 fui a visitar el magnífico Palacio Ducal de Gubbio, joya del Quatroccento que había pertenecido a Federico de Montefeltro, Duque de Urbino. Allí en sus frías y vacías salas se exponía parte de "La colección Panza di Biumo", con obras pertenecientes a los años ochenta y noventa.
Cuadros monocromáticos impregnaban las paredes en diversos formatos, y cada artista tenia un espacio reservado para relumbrar. Podías encontrar la simplicidad y armonía de los cuadros de Ettori Spalletti, los monocromos metálicos de David Simpson, los cuadros geométricos de Ford Beckman o unos pequeños cubos de Stuart Arends que llamaban la atención por su pequeño tamaño, pintados en diversos colores y colocados en una inmensa pared donde parecía que la obra se perdía.
Panza en su libro Memories of a Collector dice que la obra de este artista de tremenda imaginación y sensibilidad no tiene ideología detrás, la única razón es la belleza de la composición y de los colores. En sus memorias hace un recorrido de como empezó su colección a partir de los años cuarenta, descubriendo los artistas mas importantes de las nuevas vanguardias americanas. En una época en que Europa no miraba hacia América, Panza introdujo en sus museos, los artistas mas destacados del expresionismo abstracto, minimalismo, pop art o arte conceptual.
En Varese cerca de Milán se encuentra el maravilloso palacio "Villa Menaflogio" la que fuera residencia hasta su muerte de uno de los grandes coleccionistas de arte contemporáneo de la historia, Giuseppe Panza. Su viuda Giovanna, su gran amor y con la que compartió su afición por el arte sigue viviendo allí. Su pasión y sus inquietudes abarcaban muchos campos, era un apasionado del arte pero también de la filosofía, la astronomía o la biología. La filosofía está muy presente en la elección de todas sus obras. Era un afirmador de la vida que no detuvo su búsqueda de la verdad.
El primer cuadro que compró para su colección fue adquirido en 1956 y fue un Tápies, del cuál le atrajo el pesimismo que desprendía hacia la vida producto del trauma social y convulsiones políticas vividas después de la Segunda Guerra Mundial y que a él también le afectaba profundamente.
En una época en la que Europa no miraba hacia el arte americano, él comenzó a coleccionarlo donde el ambiente era mucho más vital y los precios más asequibles. A finales de los años 50 comienza a comprar la espiritualidad de Rothko, la cotidianidad como forma conceptual de expresión de Rauschenbergs, la eternidad de Kline... Y ya en los años 60 se dirige hacia el arte en pura esencia, despojándolo de todo lo que sobra, adquiriendo arte minimal y arte conceptual añadiendo a su colección artistas como Donald Judd, Dan Flavin, Richard Serra, Bruce Nauman o Robert Morris. También dirige su interés por el pop art con piezas de Lichtenstein, Oldenburg o Rosenquist entre otros hasta completar una colección que sobrepasa las 2500 obras donde se puede ver representadas todas las vanguardias de la segunda mitad del s XX.
Aunque la mayor parte de su colección fue adquirida por el Museo de Arte Contemporáneo de los Angeles y el Guggenheim de Nueva York, en "Villa Menaflogio" se puede visitar su colección permanente. Lo más destacable es una zona repleta se salas cada una de ellas dedicada a una instalación de Dan Flavin, uno de los espacios permanente más extenso dedicado a este artista. En un silencio absoluto ibas recorriendo el pasillo al cual acudían las luces de las diferentes habitaciones. Entrabas en un estado místico de intensa contemplación. Como también fueron magníficas las obras de James Turrell que modificando el ambiente consiguen engañar tus sentidos, jugando con el espacio, la luz y nuestras percepciones. David Simpson, Max Cole, Fredenthal, Charlton, Beckman conviven con una de las mejores colecciones de arte africano y precolombino en este maravilloso palacio del s XVIII.
Una visita más que recomendable al museo de un hombre que intento comprender a través del arte de su tiempo, al hombre contemporáneo y las transformaciones que estaba sufriendo. Esa relación de la obra con el paso del tiempo y transmisora de las inquietudes más profundas del ser humano con su existencia, fueron el hilo conductor de este grandioso hombre y su colección.
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Judd Foundation. Photo Paul Katz/ © Paul Katz/Courtesy; Judd Foundation Archive |
Hace años quise visitar en Nueva York la Donald Judd Foundation, la que fuera casa y estudio desde 1968 del máximo representante del minimalismo. Aquella vez no pudo ser ya que transcurrieron tres años hasta que finalizó la restauración.
En la calle 101 Spring street, en pleno Soho, se levanta un maravilloso edificio de hierro fundido del s XIX. Se divide en cinco plantas tipo loft donde se distribuía la casa-estudio de Judd. "Una planta, una actividad" como decía en sus textos sobre el edificio. Y así lo distribuyó. En la planta de arriba se encontraba su dormitorio, con obras de amigos como Dan Flavin, quien instaló una espectacular escultura de fluorescentes imitando un muro de ventanas, o una escultura de metal prensado de chatarra de Chamberlain colgando de la pared. En la cuarta plantaestán el salón de entretenimiento y el comedor. La tercera está dedicada a su estudio de trabajo y exposición, en el cual destacaba un Fank Stella de grandes dimensiones y muebles de diseño.
La segunda planta es un espacio reservado a la cocina y closet para los niños con un teatro para entretener a las visitas. La entrada sirve también de exposición, allí destacaba una escultura de Carl André y obras del propio Judd.
Su filosofía de la instalación permanente es que el lugar de trabajo del artista es crucial para entender su propia obra. Por ello, pidió a sus hijos, Flavin y Rainer, copresidentes de la Fundación que mantuvieran exactamente la casa como él la dejó. En ella, además de sus propias obras, también destacan las de Larry Bell, ClaesOldenburg, un fresco de David Novros o muebles diseñados por Alvar Aalto.
Otra de sus famosas instalaciones permanentes es la que se encuentra en Marfa, Texas donde se fue a vivir en 1971. Allí, en medio del campo, pudo llevar a cabo sus principios sobre la instalación permanente y, además, acometerlos a gran escala colocando en el paisaje desértico quince cajas vacías gigantes. También se puede encontrar la Chinati Foundation creada por él y que cuenta también con obras de amigos como John Chamberlain, Dan Flavin, Claes Oldenburg o Roni Horn que siguen sus principios estéticos y de permanencia.
Donald Judd, un artista que aunque no participaba de su encasillamiento como minimalista, siempre buscaba la simplicidad de la forma y la relación de los objetos en el espacio. Lo que parece evidente es que cuanto más simple es la obra, más complejo es su significado.
Básicamente se centró en la escultura. Para Donald Judd, "el espacio real es intrínsecamente más poderoso y específico que la pintura en una superficie plana. Lo tridimensional puede adoptar cualquier forma regular o irregular, y puede establecer todo tipo de relación con el entorno o no establecer ninguna en absoluto"
La Donald Judd Foundation es un edificio amplio, de grandes ventanales que lo impregnan todo de luz y donde el suelo y las escaleras de madera antiguas le dan un toque muy decadente. La arquitectura del edificio, las esculturas, sus pinturas y diseño se unen en el espacio creando un ambiente muy especial que nos transporta a una época pasada. Es un lugar que hay que visitar más de una vez para impregnarse de todo lo que el artista quería transmitirnos.
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